Estados Unidos acaba con la discriminación de los homosexuales en el Ejército

Victoria Toro NUEVA YORK/LA VOZ.

INTERNACIONAL

El Senado derogó la norma que la establecía.

19 dic 2010 . Actualizado a las 02:08 h.

El Senado de EE.UU. derogó ayer la ley que discriminaba a los homosexuales en el Ejército. Muchos en Estados Unidos celebraron la votación de ayer como histórica y la compararon con aquellas que acabaron con las leyes de discriminación racial hace cuarenta años. La decisión del Senado supone un triunfo político para Obama, que había insistido en la necesidad de que la ley fuera derogada por el Congreso y no anulada por los tribunales. Después de meses de agrios debates, la Cámara alta estadounidense acabó ayer con esa ley por 65 votos a favor y 31 en contra.

La ley, conocida como Don't ask, Don't tell (no preguntes, no te cuento), había sido aprobada en 1993 durante la presidencia de Bill Clinton. Lo que prometía era no indagar en las preferencias sexuales de nadie a la hora del reclutamiento. Pero de hecho, la aplicación de la norma ha supuesto la expulsión desde 1993 de más de 13.000 miembros de las Fuerzas Armadas cuando su condición homosexual se hizo pública.

Fracasa la Dream Act

Pero a la vez que recibía ese triunfo, Obama también recogía ayer un sonado fracaso, ya que horas antes de votar el fin de Don't ask, Don't tell , los senadores rechazaron definitivamente la aprobación de la ley de inmigración que hubiera legalizado a cientos de miles de jóvenes extranjeros que viven en EE.?UU. Y esta decisión del Senado puede traer problemas con el voto hispano a los demócratas, ya que Obama había defendido la aprobación de la Dream Act como sustituta de la nunca aprobada reforma migratoria.

El START, pendiente

Antes de irse de vacaciones de Navidad a Hawái, lo que según la Casa Blanca hará el miércoles, al presidente estadounidense le queda aún otro asunto pendiente: que el Congreso vote la ratificación del tratado de desarme nuclear START con Rusia. Ayer mismo, en su discurso radiofónico, Obama habló de ello y dio otra muestra palpable del nuevo lugar del espectro político en el que se ha colocado. El mandatario pidió una rápida ratificación del tratado aludiendo a los ex presidentes Ronald Reagan y George Bush, ambos republicanos, y al demócrata, Bill Clinton.