Fuertes críticas a Scotland Yard por el «humillante» ataque de los estudiantes al coche de Carlos y Camila

Imanol Allende LONDRES/LA VOZ.

INTERNACIONAL

11 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El primer ministro británico, David Cameron, no fue capaz de condenar las críticas lanzadas contra Scotland Yard por su actuación durante la violenta protesta de los estudiantes en las calles de Londres el jueves en contra del aumento de las tasas universitarias, una violencia que tuvo como protagonistas indirectos, lo más parecido a víctimas colaterales, al príncipe Carlos y a su esposa, Camilla.

Cameron llegó a decir que «se trata de una buena lección para el futuro» y dijo sentirse muy preocupado por este fallo en la seguridad de la familia real, que tiene lugar a solo meses de la boda del príncipe Guillermo. También indicó: «Sé que el jefe de la policía investigará hasta el final el lamentable incidente en el que Carlos y su esposa fueron atacados por un grupo de gamberros».

En efecto, el máximo cargo de Scotland Yard, sir Paul Stephenson, prometió ayer una profunda investigación sobre la labor de sus agentes en un intento por averiguar por qué se permitió que el vehículo que transportaba a la pareja real al London Palladium cruzara por la zona en la que miles de estudiante se estaban manifestando de manera violenta. Como consecuencia, el Rolls Royce en el que viajaba el matrimonio fue rodeado y atacado por unos veinte encapuchados al grito de «cortemos sus cabezas» y «basura tory», al tiempo que lanzaban bolsas de basura, botellas y bolas de pintura.

La falta de previsión en la seguridad alrededor de la pareja real fue tal que, según The Daily Mail, un manifestante logró introducir a través de una ventanilla medio abierta un palo en el interior del vehículo y pegar en las costillas de Camilla. Por su parte, el Evening Standard informaba de que la escolta estuvo a punto de desenfundar sus pistolas. Un testigo indicó cómo ante el terror de Camilla, Carlos la conminó con calma a agacharse para no ser alcanzada por ningún objeto. «Los oficiales que protegían a sus altezas reales mostraron mucha moderación, algunos de ellos estaban armados», indicó Stephenson.

El suceso ha sido calificado por expertos en seguridad como el mayor error en la seguridad real en décadas. Entre los que se pronunciaron en este sentido se encuentra Dai Davies, el que fue jefe del departamento de protección real de Scotland Yard, que calificó de vergonzoso el error en la previsión policial.