Cameron saca de Downing Street a su fotógrafo personal

Imanol Allende LONDRES/LA VOZ.

INTERNACIONAL

Le pagará con dinero del partido

18 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

«Su Majestad ha sobrevivido 58 años sin un fotógrafo oficial. ¡Cómo diablos se le ha ocurrido al primer ministro contar con uno!». Era la reacción de un alto cargo de Buckingham Palace cuando hace días trascendió la sofocante noticia de que David Cameron había contratado los servicios de un fotógrafo y de un cineasta para obtener las mejores imágenes de él y ofrecerlas al electorado y al mundo entero.

Pero si hasta ese punto esto puede ser sencillamente un mal caso de vanidad masculina, el suceso tomó otras connotaciones, menos petulantes y más políticas, cuando a Cameron se le ocurrió pagar a sus cronistas gráficos con dinero público, contratándolos como funcionarios de Downing Street con unos salarios que rondan los 45.000 euros, más de lo que gastó Margaret Thatcher en peluquería en sus casi once años como primera ministra.

A tenor de los devaneos de Cameron con su imagen salió a relucir que otro afamado vanidoso de la política británica, Tony Blair, también pretendió tener su fotógrafo privado, lo que fue rechazado por su ministro de gabinete.

Downing Street escuchó las llamadas a la razón procedentes del Partido Conservador que aconsejaban a Cameron que dejara de mirarse en el espejo en busca de su mejor perfil porque el país no estaba para gastar el dinero de los contribuyentes en fotógrafos. A Cameron se le apareció la oportunidad de enterrar el cadáver político con el anuncio del compromiso real entre el príncipe Guillermo y Kate Middleton. Veinte minutos antes de que trascendiera la noticia del enlace, Downing Street emitió un comunicado indicando que tanto Parsons como Woodhouse dejaban de ser trabajadores de Downing Street y que, a partir de ahora, serían pagados por el Partido Conservador.