Cameron y Sarkozy sellan la «entente cordiale» del siglo XXI

La Voz LONDRES/EFE.

INTERNACIONAL

03 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La entente cordiale del siglo XXI entre el Reino Unido y Francia quedó plasmada ayer en Londres con la histórica firma de dos tratados de cooperación militar, que entre otras cosas contemplan una activa cooperación bilateral para salvaguardar y modernizar sus respectivas fuerzas nucleares. Los tratados fueron firmados por el primer ministro David Cameron y el presidente Nicolas Sarkozy, que destacaron la importancia histórica de unos acuerdos bilaterales sin precedentes, que abren un nuevo capítulo en Europa.

«Hoy abrimos un nuevo capítulo en una larga historia de cooperación en materia de defensa y seguridad entre el Reino Unido y Francia», recalcó Cameron ante la prensa tras la firma en Lancaster House, un palacete en el centro de Londres. Sarkozy lo secundó afirmando que se ratifica de esta manera una «relación excepcional» entre ambos países y que se demuestra «la confianza existente entre naciones iguales» con la decisión «sin precedentes históricos» de cooperar en materia nuclear. El primer ministro británico destacó que uno de los acuerdos permitirá que las Fuerzas Armadas de ambos países trabajen juntas «más estrechamente de lo que lo han hecho hasta ahora», y que el otro incrementará la cooperación sobre seguridad nuclear. «El resultado será que nuestros ciudadanos estarán más seguros y mejor protegidos en la era global de incertidumbre en la que vivimos ahora», señaló Cameron, que negó que supongan una cesión de la soberanía nacional.

El precedente Chirac-Blair

«No estamos hablando de un ejército europeo. No se trata de compartir nuestras fuerzas disuasorias nucleares», aclaró Cameron para desmarcarse de los acuerdos firmados en 1998 entre Tony Blair y Jacques Chirac, que buscaban ser un embrión europeo de defensa.

Ambos dirigentes insistieron en que se trata de un acuerdo bilateral, en que, en palabras de Cameron, «el Reino Unido y Francia son y siempre seguirán siendo naciones soberanas».

Los acuerdos suponen la creación de un nuevo Comando Conjunto Expedicionario, en el que las fuerzas especiales se prepararán y realizarán ejercicios conjuntos, y la adaptación de los portaviones de ambos países para que los puedan utilizar los cazabombarderos británicos y franceses, pero también los estadounidenses.

El presidente galo argumentó en este sentido que es difícil pensar que Londres se viera involucrado en una crisis militar que supusiera el despliegue de portaviones sin que afectara también a Francia. «Si mis amigos británicos tienen que hacer frente a una gran crisis, ¿se podrían imaginar a Francia quedándose sentada y con los brazos cruzados?», preguntó.

Una eventual acción de las tropas del Comando Conjunto requerirá un acuerdo político previo, pero ambos dirigentes recordaron que las tropas de los dos países ya trabajan juntas en muchos lugares.

Ambos países trabajarán también juntos para mejorar sus equipos y sus capacidades técnicas, como las aeronaves teledirigidas o la lucha contra los ciberataques. En materia de cooperación en la gestión de los arsenales nucleares se construirá una nueva instalación conjunta en Francia para realizar pruebas simuladas y actualizar la tecnología.

El objetivo también es ahorrar en esta época de crisis.