La presidenta electa de Brasil dedicó el día después de su victoria a conversar por teléfono con varios jefes de Estado y a definir su agenda para los próximos días. Entre otros mandatarios, Rousseff conversó con Barack Obama, Nicolas Sarkozy, Hugo Chávez, Juan Manuel Santos, Sebastián Piñera, Felipe Calderón y el portugués José Sócrates.
El primer compromiso internacional de Rousseff tendrá lugar la semana próxima, ya que asistirá a la Cumbre del G-20 que se celebrará en Corea del Sur, acompañando al todavía presidente de su país, Luiz Inácio Lula da Silva. Fuentes cercanas a Rousseff dijeron que uno de los asuntos que Lula y ella pretenden discutir en la cita del G-20 es la «guerra cambiaria» que se ha desatado en el mundo ante la caída del dólar y que perjudica a la divisa brasileña.
En su viaje hacia Corea del Sur, Lula y Rousseff harán el sábado una escala en Mozambique, donde asistirán a la inauguración de una fábrica de medicamentos que Brasil ayudó a construir en ese país africano.