«Cientos de millones de personas son víctimas potenciales de genocidio»

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente MADRID/LA VOZ.

INTERNACIONAL

Para el autor de «Los verdugos voluntarios de Hitler», las nuevas amenazas son las dictaduras, la proliferación de armas nucleares y el islamismo político

31 oct 2010 . Actualizado a las 02:38 h.

Ex profesor en la Universidad de Harvard, Daniel J. Goldhagen (Boston, 1959) provocó una gigantesca polémica con Los verdugos voluntarios de Hitler (1996), que marcó un antes y un después en la manera de abordar el Holocausto, en el que sostenía que este no habría sido posible sin el amplio apoyo y participación de muchos alemanes corrientes. Ahora publica Peor que la guerra (Taurus), un estudio sobre el eliminacionismo y su manifestación más devastadora, el genocidio, y la impotencia de la comunidad internacional para prevenirlos.

-¿Por qué el título, «Peor que la guerra»?

-Un hecho que casi nadie conoce y todo el mundo debería saber es que desde principios del siglo XX ha habido más asesinados por genocidios -unos 125 millones- que por acciones militares convencionales. Teniéndolo en cuenta, el genocidio es peor que la guerra y no debe ser un problema de segundo o tercer orden en la esfera internacional, sino el asunto central de nuestra época.

-¿Cuántas personas corren el riesgo de convertirse en víctimas de genocidio y la violencia asociada a él?

-Cientos de millones son víctimas potenciales de genocidio. Las personas que viven bajo dictaduras, porque son regímenes protogenocidas, proclives a cometer asesinatos en masa contra quienes los desafían para mantenerse en el poder.

-¿Qué puede hacer la comunidad mundial para evitarlo?

-Debemos crear un sistema internacional que se pueda aplicar a todos los países, con tres componentes: prevención, intervención y sanciones. Los dos primeros no existen y solo tenemos el embrión de un sistema punitivo, el Tribunal Penal Internacional. Pero sobre todo necesitamos un sistema de prevención para disponer de medios para que todo genocida potencial sepa que, si empieza un genocidio, él y su equipo serán castigados y no solo podrían perder el poder, sino la vida. Hay que declararlos delincuentes y susceptibles de ser eliminados y alentar a quienes puedan matarlos. Es la forma más efectiva, menos costosa y probable de evitar el genocidio, aunque suene radical.

-Usted identifica las nuevas amenazas. ¿Cuáles son?

-Hay tres amenazas sistémicas: los regímenes no democráticos, la proliferación de armas nucleares que pueden ser utilizadas por genocidas y lo que llamo el islamismo político, que es un movimiento abiertamente eliminacionista, por su intención de matar a los infieles y a quienes se resistan a su dominio. Estos regímenes han cometido genocidios, por ejemplo Sudán, que en el sur del país ha matado a dos millones de personas en Darfur recientemente. Es un régimen que en nombre del islam lleva a cabo el genocidio.

-¿Qué habría que hacer con Irán para que no desarrolle armas nucleares con las que podría cometer genocidio?

-Sería irresponsable dejar que tenga armas nucleares un régimen gobernado por fanáticos que te amenaza, que dice que si mueres por Alá vivirás en el paraíso. Si fuera necesario, y creo que a lo mejor lo es, habría que destruir todo lo que tienen para desarrollar armas nucleares.

-No descarta entonces un ataque contra Irán.

-No. Hemos hecho todo lo posible para convencer a los iraníes de que no desarrollen armas nucleares. Quien piense que no están intentando hacerlo con propósitos militares es un ingenuo. Creo que tenemos que utilizar la fuerza militar para evitar que las desarrollen.