La UE mantiene la Posición Común, pero iniciará contactos con Cuba

Anna Pelegrí LUXEMBURGO/AFP.

INTERNACIONAL

Jiménez considera que la postura de los Veintisiete ha sido superada al abrirse otra etapa con La Habana

26 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La UE decidió ayer mantener su Posición Común con Cuba, pero estudiará de aquí a diciembre suavizar su política con el régimen castrista, después de que este iniciase un proceso de excarcelación de disidentes y anunciara reformas económicas.

La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, será la encargada de iniciar contactos exploratorios con el Gobierno cubano para «buscar la forma de progresar» en las relaciones bilaterales, explicaron las fuentes, al margen de una reunión de ministros europeos de Relaciones Exteriores en Luxemburgo.

Los ministros acordaron paralelamente mantener un año más la Posición Común, un documento de 1996 repudiado por el régimen cubano que exige avances en derechos humanos y democracia en la isla.

La nueva jefa de la diplomacia española, Trinidad Jiménez, explicó que muchos ministros recordaron que la decisión alcanzada se ha logrado gracias al trabajo de su predecesor, Miguel Ángel Moratinos. Fuentes diplomáticas aseguraron que Jiménez «presionó hasta donde pudo» para lograr que los 27 aceptaran tender esta mano a Cuba.

La ministra española consideró que la Posición Común «ha quedado superada» con la decisión comunitaria de establecer contactos políticos con La Habana para explorar un nuevo marco de relación.

Diálogo formal

Según Jiménez, el hecho de que la UE hable de una relación bilateral con Cuba «cambia completamente» el marco existente hasta ahora, dominado por la Posición Común y su unilateralidad. Añadió que aunque no ha quedado derogada formalmente, queda suspendida «de facto» por «la apertura de un diálogo formal con Cuba».

Aunque Ashton no dispondrá de tiempo para viajar de aquí a diciembre a Cuba, estará al frente de las gestiones que considere oportunas con La Habana para presentar a los 27 sus propuestas sobre el futuro de las relaciones.

Entre estas, cabría la posibilidad de que Europa se encaminara hacia un acuerdo bilateral con Cuba, el único país de América Latina con el que el Viejo Continente no está unido por un compromiso contractual.

España, apoyada por Bélgica, defendía que los 27 fueran más allá de este primer gesto para flexibilizar la política de firmeza con Cuba y retiraran la Posición Común, pero no pudo convencer a todos sus socios.

Para revocar el documento era necesario el acuerdo de los 27, y varios países, entre ellos Alemania, Suecia, Polonia y la República Checa, se opusieron, al estimar que los cambios en Cuba son por ahora insuficientes.

Europa debe estar «en condiciones de enviar una señal» a Cuba para «afianzar el proceso de reformas», ilustrado en las liberaciones de presos políticos y en los «pasos dados en el ámbito de apertura económica», había dicho Jiménez.

La disidencia cubana advirtió contra toda flexibilización de la política europea. Tanto las Damas de Blanco, esposas de presos políticos, como el disidente Guillermo Fariñas defienden mantener la Posición Común.