Las ocho jornadas de huelga general le costaron a Francia de 1.600 a 3.200 millones de euros

Sofía Bouderbala PARÍS/AFP.

INTERNACIONAL

Fin del paro en tres refinerías y desbloqueo de casi todos los depósitos de carburante

26 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El Gobierno de Nicolas Sarkozy pidió ayer el fin de las huelgas y manifestaciones contra la reforma de las pensiones, que habrían costado más de 3.000 millones de euros, y se apuntó un tanto político al aparecer fisuras en el movimiento de protesta.

La titular de Economía, Christine Lagarde, informó que el costo de los paros contra la reforma podría ser evaluado en «200 a 400 millones de euros diarios». Según el diario Le Figaro, que cita a los servicios del Ministerio de Economía, el costo total de las ocho jornadas de huelga general fue evaluado entre lo 1.600 a 3.200 millones de euros. Las cifras incluyen las horas de trabajo perdidas y las pérdidas sufridas en los diferentes sectores.

Lagarde hizo un nuevo llamamiento a la responsabilidad, expresando el deseo de que las actividades se reanuden lo antes posible. Ayer se dio un primer paso en ese sentido. Los empleados de dos refinerías del grupo estadounidense Exxon-Mobil, de Marsella y Nantes, votaron el fin del paro, al igual que la del grupo suizo Petroplus, situada en Reichstett (este del país). Con esto, nueve refinerías, de las doce con que cuenta Francia, siguen en huelga.

El presidente de la Unión Francesa de Industrias Petroleras (UFIP), Jean-Louis Schilansky, anunció que habían sido desbloqueados todos los depósitos de carburante (un total de 219), pero luego puntualizó que en nueve situados en las refinerías en paro se sigue impidiendo el acceso a los camiones cisterna para cargar carburante.

En plenas vacaciones de otoño, la situación se mantenía ayer tensa, con una gasolinera de cada tres con problemas de abastecimiento. El Gobierno tiene que importar cada día unas 100.000 toneladas de carburante, en lugar de las 20.000 habituales.

Texto consensuado

La impopular reforma que aumenta de 60 a 62 años la edad mínima para jubilarse será adoptado definitivamente mañana por el Parlamento, después de que ambas Cámaras consensuaran ayer un texto común. Pese al anuncio, los sindicatos no bajan los brazos. Esta semana prevén nuevas manifestaciones y mantener la presión en el estratégico sector de la energía.