Abás da una semana a EE.UU. para que arranque un acuerdo a Netanyahu que salve las negociaciones

Ánxela Iglesias JERUSALÉN/LA VOZ.

INTERNACIONAL

Desde Washington anunciaron la decepción reinante y la llegada inminente del negociador estadounidense George Mitchell a la región para buscar una salida

28 sep 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Una semana para saber si las negociaciones entre palestinos e israelíes sobreviven a la nueva expansión de asentamientos. La maquinaria diplomática estadounidense tiene ese plazo para arrancar al Gobierno de Benjamin Netanyahu un acuerdo de mínimos que pueda salvar las conversaciones de paz. No hay grandes expectativas hasta la reunión del lunes con líderes de la Liga Árabe, junto a los que el presidente Mahmud Abás decidirá hasta qué punto puede seguir cediendo.

La moratoria de diez meses a la construcción de nuevas viviendas en colonias judías de Cisjordania venció el domingo, sin que Netanyahu diera muestras de querer renovarla. Y mientras las excavadoras y albañiles se ponían manos a la obra en los asentamientos que salpican toda Cisjordania, el primer ministro israelí pedía a Abás que siguiera trabajando por lograr «un acuerdo marco histórico en el próximo año».

Resulta contradictoria la postura de Netanyahu, «provocativa», según el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. Pero aún así, Abás aseguró desde París que no quiere precipitarse y necesita consultar primero con sus socios árabes. Aunque no lo reconozca expresamente, parece que más importante es lo que se diga desde EE.?UU., que presionó a los palestinos para regresar a unas negociaciones interrumpidas durante veinte meses y que ahora debe salvarlas.

Desde Washington se subrayaba ayer la decepción reinante y la llegada inminente del negociador estadounidense George Mitchell a la región para buscar una salida. Podría ser que el enviado pidiera a Netanyahu un pacto no oficial ni público para limitar el número de nuevas construcciones al mínimo en los próximos meses.

Si el líder israelí se aviene a ello, las negociaciones podrían quizás continuar y, de hecho, el presidente Nicolas Sarkozy ya invitó ayer a todas las partes a una cumbre en octubre en París.