Ed gana el duelo fratricida de los Miliband por el liderazgo laborista

Imanol Allende LONDRES/LA VOZ.

INTERNACIONAL

El hermano menor dio la sorpresa al vencer al gran favorito por el estrecho margen del 1,3% de los votos

26 sep 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El pequeño de los hermanos Miliband, Ed, ganó ayer con el margen más apretado de voto de las últimas décadas el liderazgo del Partido Laborista británico. Su victoria pone fin, oficialmente, al Nuevo Laborismo, que impuso Tony Blair en 1994 y que le ayudó a mantenerse en el poder durante trece años, y apuesta por un cambio más a la izquierda.

Entre el runrún por la sorpresa entre los delegados presentes en el congreso del Partido Laborista celebrado en Manchester y el júbilo entre sus incondicionales, Ed Miliband se impuso en la última y cuarta ronda de votaciones a su hermano mayor, David, por 50,65% votos frente a 49,35%. Unas cifras tan ajustadas como profunda es la división en el partido entre los continuista blairistas y los reformistas de la izquierda tradicional laborista.

Las lágrimas de David

La frustración y el desconcierto eran patentes en la cara de David Miliband cuando se confirmó el triunfo de su hermano, cuatro años menor que él. Sus ojos se llenaron de lágrimas cuando Ed leyó su primer discurso desde el estrado a los miles de delegados laboristas como su nuevo líder.

En la primera ronda quedó eliminada Diane Abbott, tras alcanzar tan solo el 7,4% de los votos; en la segunda cayó Andy Burnham, con el 10,4%, seguido en la tercera por Ed Balls con el 16,2%. Los dos hermanos quedaron cabeza con cabeza como en las carreras importantes de Ascot, aunque sería la foto finish la que decidiría que Ed ganaba por tan solo un 1,3% del voto emitido por los afiliados de base, los parlamentarios y los sindicalistas. Estos últimos y el voto del último minuto parece que han sido los que le han dado el triunfo a Ed.

El abrazo que se dieron los dos hermanos fue interpretado por los comentaristas políticos como un intento por mostrar un frente común, la necesaria unidad del partido tras años de divisiones, resquemores y enfrentamientos primero entre Blair y Brown, y tras ello por las camarillas de ambos. Era el abrazo entre la izquierda y la derecha del Partido Laborista.

La primera labor, inmediata y crucial, y por la que se valorarán las dotes de Ed como nuevo líder, será la elección de su gabinete en la oposición. Se cree que desde hace días asesores de los dos hermanos negocian en secreto la presencia de uno de ellos en ese gabinete.

Y aunque las próximas elecciones no están previstas hasta el 2015, la primera prueba electoral importante de Ed Mililband en el laborismo llegará el próximo 20 de octubre, cuando el Gobierno de coalición presentará los recortes en los servicios públicos en la lucha por reducir el déficit público. Tras ello llegará el debate sobre la reforma del sistema electoral y, si se aprueba en Westminster, su referendo el próximo mayo.

Nunca antes la política británica ha estado en manos de estadistas tan jóvenes (David Cameron, Nick Clegg y Ed Miliband), a los que los une una característica: la falta de experiencia política.