Chile celebra su Bicentenario dividido y con crisis históricas

Javiera Salinas DPA

INTERNACIONAL

A pesar de los inconvenientes, el país celebrará los 200 años que permitieron el desarrollo político y económico que posibilitan su posición entre los más ricos de América Latina.

17 sep 2010 . Actualizado a las 21:57 h.

Los chilenos celebrarán mañana el Bicentenario de su independencia bajo un ánimo de divisiones políticas y con crisis históricas aún no resueltas, ejemplificadas en la huelga de hambre de 34 presos mapuches en las cárceles del sur del país.

La medida de presión de los indígenas, que este viernes cumplen 68 días sin ingerir alimentos, dejó al descubierto el conflicto histórico que el Estado chileno posee con la principal etnia del país, la que incluso no es reconocida dentro de la Constitución política, que data de la dictadura militar chilena.

«Tenemos una deuda con los hermanos mapuches», admitió esta semana la presidenta de la Cámara de Diputados, Alejandra Sepúlveda.

Con la posibilidad de un empeoramiento en la salud de los comuneros mapuches que pueda empañar los festejos del Bicentenario, el mandatario Sebastián Piñera ha llamado a deponer la huelga a la que optaron para protestar por ser procesados por una ley antiterrorista que permite condenas dobles por las justicias civil y militar.

Piñera ha realizado discursos en pos de lograr una escurridiza unidad política que permita enfrentar la medida de presión de los indígenas, así como los rezagos del terremoto de febrero pasado y la tragedia de los 33 trabajadores atrapados en la mina San José, hechos que marcaron el año del Bicentenario.

Sin embargo, estos conflictos también evidenciaron división entre la oposición y el oficialismo, quienes han criticado a los pasados gobiernos de la Concertación por heredarles problemas a la nueva administración de derecha, la primera que llega democráticamente al gobierno desde 1958.

Pero dentro de la misma izquierda, donde algunos de cuyos sectores gobernaron entre 1990 y el 2010 junto a la Democracia Cristiana, hay opciones políticas diferentes, algunos apostando a un camino propio y otros a revitalizar la alianza con la Democracia Cristiana para recuperar el poder perdido, puesto que todavía no logra armar una oposición alineada hacia el gobierno de Sebastián Piñera.

Tal panorama ha provocado una baja en la participación de los ciudadanos en la vida cívica de Chile, por lo que en este año de festejos, el mandatario también ha llamado a «cuidar la democracia». «No hay democracia sana con política enferma (...) Es tarea y responsabilidad de todos recuperar el respeto a la autoridad legítima», señaló Piñera, recordando hechos pasados que quebraron la política chilena, como el golpe de Estado al mando del general Augusto Pinochet el 11 de septiembre de 1973.

Celebración

A pesar de los inconvenientes, Chile celebrará los 200 años que permitieron el desarrollo político y económico que posibilitaron que este país sudamericano llegue hoy a estar ubicado entre uno de los más ricos de América Latina y regresar a un Estado democrático luego de una dictadura militar que dejó cerca de 3.000 muertos y desaparecidos.

En el marco de los festejos, el sábado por la mañana se celebrará un Tedeum ecuménico en la Catedral Metropolitana de Santiago, mientras que por la tarde se llevarán a cabo diversas celebraciones tradicionales y a la noche habrá una fiesta en homenaje a la música chilena. El domingo se realizará un desfile militar.

Además, los 33 mineros atrapados 700 metros bajo tierra en Chile izarán mañana una bandera nacional para unirse a los festejos por el Bicentenario de la Independencia. Los trabajadores, que permanecen en las entrañas del yacimiento San José desde el derrumbe del 5 de agosto, además cantarán el himno nacional este sábado.

Sus familias, que pernoctan frente al mineral en el improvisado Campamento Esperanza, además serán invitadas a algunos de los actos centrales de festejos del Bicentenario. Piñera visitará asimismo el yacimiento el domingo, para compartir con los rescatistas, las familias y los propios operarios.

Con desafíos como disminuir la pobreza, que subió de 13,7% a 15,1% entre 2006 y 2009, y mejorar la distribución ingreso, Chile se prepara para encarar un nuevo centenario donde también se esperan mejoras sociales que calmen los ánimos actuales.