Berlusconi intenta «comprar» a 20 diputados tránsfugas para ganar la moción de confianza

María Signo ROMA/LA VOZ.

INTERNACIONAL

La lancha libia que disparó a un pesquero italiano fue un regalo de Roma a Trípoli

15 sep 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Silvio Berlusconi ha dado inicio a una campaña de compra de diputados a fin de asegurarse que no perderá la moción de confianza que se votará a final de mes en el Parlamento italiano. El primero en acudir en su ayuda ha sido Francesco Nucara, secretario del Partido Republicano, quien, tras entrevistarse el lunes con el primer ministro anunció triunfante la formación de un «movimiento de responsabilidad nacional» compuesto por veinte diputados dispuestos a apoyar al Gobierno «sin entrar en el Pueblo de la Libertad», el partido de Il Cavaliere. Esto permitiría a Berlusconi obtener los necesarios 316 votos de apoyo en la moción de confianza sin tener que negociar con el grupo secesionista de Futuro y Libertad de Gianfranco Fini.

El misterio se centra en saber quiénes son los 20 diputados tránsfugas. La prensa hablaba ayer de un grupo de descontentos de la Unión de Centro (UDC), liderada por Pierferdinando Casini, provenientes de Sicilia, una región con un complicado juego de poder en el centroderecha.

Grupo mixto

La reacción no se hizo esperar. Saverio Romano, uno de los implicados, fue tajante: «No conozco a Nucara y no sé qué está haciendo». Los diputados sobre los que Berlusconi está presionando forman parte del grupo mixto. Entre ellos está el partido siciliano Movimiento para la Autonomía (MPA), escindido de la UDC, que podrían dar su apoyo al programa de cinco puntos que presentará el Ejecutivo entre el 29 y el 30 de septiembre.

Pese a las buenas relaciones entre Berlusconi y Gadafi, el ataque el domingo de una patrulla libia a un pesquero italiano ha desatado la polémica, ya que la lancha era una de las seis que Italia regaló a Libia dentro del acuerdo para frenar la llegada de inmigrantes ilegales. A bordo viajaban además seis miembros de la Guardia de Financias. El barco Ariete navegaba por aguas internacionales cuando fue alcanzada por el fuego libio, que no causó heridos.

El ministro del Interior, Roberto Maroni, dijo que Libia «había pedido perdón» y que se había tratado «solo de un accidente», porque «tal vez confundieron el pesquero con un barco de inmigrantes que no se detuvo cuando le dieron el alto». Estas palabras no gustaron al patrón del Ariete , Gaspare Marrone, quien aclaró que comunicaron a los militares que eran pescadores y aún así, estos dispararon. «Estamos vivos de puro milagro».

Otras críticas llegaron de Domenico Mogavero, obispo de Mazara del Vallo, localidad del pesquero, para quien Gadafi «amplía los límites de las aguas libias» mientras el Gobierno italiano «se queda mirando» sin hacer nada.