La OTAN confirma que necesita 2.000 soldados más en Afganistán

Efe

INTERNACIONAL

La Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) que la OTAN dirige en Afganistán cuenta con unos 120.000 soldados de 47 países.

06 sep 2010 . Actualizado a las 19:52 h.

La OTAN confirmó hoy que el comandante de las fuerzas internacionales en Afganistán, el general estadounidense David Petraeus ha solicitado 2.000 soldados más, de ellos unos 650 instructores.

Petraeus presentó la solicitud la pasada semana al Consejo Atlántico, órgano decisorio de la OTAN, y la organización prevé celebrar a finales de este mes una conferencia para tratar de obtener las nuevas fuerzas previstas, indicaron a Efe fuentes aliadas.

También explicaron que parte de los nuevos soldados que se buscan debe estar especializada en la lucha contra las minas y las bombas artesanales colocadas por los insurgentes al paso de vehículos militares.

La nueva petición de Petraeus se debe a que «hacemos constantemente una evaluación de las necesidades de fuerzas» en Afganistán, explicó la fuente.

La Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) que la OTAN dirige en Afganistán cuenta con unos 120.000 soldados de 47 países.

La Alianza Atlántica lleva varios meses insistiendo a sus países miembros y a los de fuera de la OTAN que participan en la misión en Afganistán para que envíen más instructores para el Ejército y la Policía afganos, ya que el objetivo marcado en diciembre pasado sigue sin cumplirse.

En junio pasado, la organización recordó que necesitaba 450 instructores más para cumplir las necesidades de su misión, que establece un total de 2.300 personas dedicadas a la formación de policías y soldados.

El programa de la OTAN prevé que en aproximadamente un año las Fuerzas Armadas y la Policía de Afganistán tendrán más de 300.000 miembros entrenados.

La OTAN tiene previsto comenzar a transferir a finales de este año la responsabilidad de la seguridad de algunos distritos del territorio a las autoridades afganas, lo que dará inicio a un proceso que debe culminar con la retirada de las fuerzas internacionales.