Con 323 muertos, el 2010 es ya el año más letal para los estadounidenses en Afganistán

Lynne O'Donnell KABUL/AFP.

INTERNACIONAL

02 sep 2010 . Actualizado a las 02:28 h.

En lo que va de año han muerto 323 soldados estadounidenses en Afganistán, lo que convierte al 2010 en el más letal en los nueve del conflicto y, signo adicional de que la insurrección talibana se intensifica, cuando el presidente Barack Obama reitera su promesa de iniciar la retirada a mediados del 2011.

Siete militares estadounidenses murieron solo en la jornada del martes, y 23 en cinco días.

De los 80 soldados extranjeros muertos en agosto, el tercer mes más letal para las fuerzas internacionales en nueve años de guerra, 56 eran de Estados Unidos.

Ya en el mes de junio, murieron 102 soldados extranjeros, de los cuales 60 eran estadounidenses, y 88 en julio, de los cuales 65 eran norteamericanos, según un balance basado en la página de Internet independiente icasualties.org.

Ya con 490 soldados extranjeros muertos en ocho meses, de los cuales 323 eran estadounidenses, 2010 se anuncia como el año más mortífero después de un 2009 que ya había sido un récord en cuanto al número de bajas fatales (521 muertos) desde comienzos del conflicto a fines del 2001.

En el 2009, el número de soldados norteamericanos muertos fue de 317.

Más de los dos tercios de los casi 140.000 soldados de las fuerzas internacionales en Afganistán -la mayoría bajo mando de la OTAN- proceden de Estados Unidos.

Los refuerzos desplegados esencialmente por Washington desde hace varios meses harán que dicho contingente llegue a los 150.000 miembros en las próximas semanas.

El martes en Kabul, el general estadounidense David Petraeus, comandante de las tropas norteamericanas y de la OTAN en Afganistán, reconoció que los talibanes ganaban terreno. Sin embargo, ve en el número alarmante de bajas entre las tropas extranjeras una consecuencia del esfuerzo militar acrecentado de parte de Estados Unidos.

«En varias ocasiones he dicho que este año sería más difícil» para las fuerzas internacionales, «antes de hacerse más fácil», concluyó el general.