Gobierno EE.UU. acude a los tribunales para detener la ley de Arizona

Silvia Ayuso WASHINGTON

INTERNACIONAL

Desde que se conoció la intención de Arizona por implementar una ley propia de inmigración, las denuncias de discriminación han sido constantes.

07 jul 2010 . Actualizado a las 18:44 h.

El gobierno estadounidense interpuso este miércoles una demanda judicial contra la ley migratoria de Arizona ante una corte de distrito de Phoenix, en un intento de detener la entrada en vigor de la controvertida normativa a finales de julio.

El paso fue fuertemente aplaudido por grupos civiles, si bien las autoridades locales prometieron una lucha «agresiva» para continuar con sus planes. La base argumentativa de la acción judicial, que además solicita una «suspensión preliminar» de la normativa hasta que haya una decisión final del tribunal, es que la ley federal tiene «derecho preferente» sobre la polémica SB 1070 y que, por tanto, ésta «viola la cláusula de supremacía de la Constitución» del país.

«Aunque los estados pueden ejercer su poder de una manera que tenga un efecto incidental o indirecto en inmigrantes, un estado no puede establecer su propia política migratoria o aplicar leyes estatales de una manera que interfiera con las leyes migratorias federales», sostiene la demanda, presentada por los Departamentos de Justicia, Seguridad Nacional y de Estado.

«Establecer una política inmigratoria y aplicar las leyes migratorias es una cuestión de responsabilidad nacional», declaró el fiscal general, Eric Holder, al anunciar la presentación del recurso. «Tratar de resolver esta cuestión mediante un remiendo de leyes estatales va a crear más problemas de los que resuelve», agregó en un comunicado.

La argumentación de la demanda está en sintonía con la opinión expresada reiteradamente en las pasadas semanas por el presidente estadounidense, Barack Obama, quien tras la aprobación de la ley de Arizona a finales de abril había ordenado al Departamento de Justicia que la revisara exhaustivamente a la búsqueda de una posible inconstitucionalidad.

Críticas

En su primer gran discurso sobre la inmigración la semana pasada, Obama criticó una vez más duramente la ley de Arizona, que calificó de «divisiva» y potencialmente discriminatoria, a la vez que denunció que ha llevado a otros estados a aprobar sendas leyes migratorias que provocarían un «remiendo de reglas migratorias locales» cuando, subrayó, lo que se necesita es «un claro estándar nacional».

Desde que se conoció la intención de Arizona por implementar una ley propia en materia migratoria, las denuncias de «discriminación» han sido constantes por una provisión en la normativa que permite a los agentes de la ley comprobar el estatus migratorio de cualquier ciudadano, haya cometido un delito o no, simplemente si tiene una «sospecha razonable» de que está en el país de forma ilegal. Varios grupos civiles se habían adelantado al gobierno y presentaron en las pasadas semanas respectivas acciones judiciales contra la ley.

El diario The Washington Post, que adelantó la noticia de la presentación oficial de la demanda, advirtió que ésta provocará una «dramática escalada de la batalla política y legal» sobre la ley de Arizona. De hecho, poco antes de que se confirmara la noticia, la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, ya había anunciado desde su cuenta de Twitter su intención de «defender de forma muy agresiva» la normativa que sancionó a finales de abril.

Y mientras senadores por Arizona como John McCain y Jon Kyl calificaban de «demasiado prematura» la impugnación judicial de la ley, su par local y coautor de ésta, Russell Pearce, declaró la intención de Arizona de llegar incluso a la Corte Suprema.