La ex contable revela que la dueña de L'Oréal entregó dinero a Sarkozy

Esperanza Suárez PARÍS/LA VOZ.

INTERNACIONAL

Afirma que la millonaria aportó ilegalmente 150.000 euros a la campaña electoral del jefe del Elíseo. El presidente francés asegura que las acusaciones son «calumnias sin ninguna base real».

07 jul 2010 . Actualizado a las 18:29 h.

El escándalo de la heredera de L'Oréal salpica a Nicolas Sarkozy. Según la ex contable de Liliane Bettencourt, la millonaria aportó ilegalmente 50.000 euros a la campaña presidencial del actual jefe del Estado. El Elíseo lo niega todo, mientras aumentan las voces que exigen un cambio de Gobierno.

Claire T. declaró ayer por segunda vez ante los agentes de la Brigada de Represión de la Delincuencia Económica. Durante doce años fue la contable particular de Bettencourt y asegura que el administrador de su fortuna, Patrice de Maistre, le ordenó retirar una fuerte suma en efectivo para entregárselos a Eric Woerth, tesorero de la campaña presidencial de Sarkozy. Solo estaba autorizada a retirar 50.000 euros de la cuenta bancaria francesa. Los otros 100.000 salieron de una de sus cuentas opacas en Suiza. Las donaciones máximas autorizadas por la ley francesa son de 7.500 euros anuales por partido, y 4.600 euros por candidato a la elección.

La ex contable de Bettencourt asegura que esta operación puede confirmarse con los recibos de caja. La fecha, 26 de marzo del 2007, en plena carrera hacia el Elíseo. Relata que siempre marcaba estas donaciones, aunque «no se podía dejar constancia escrita cuando el dinero iba destinado a los políticos», lo que ocurría con frecuencia casi semanal.

El abogado de Claire T. afirma que su representada declaró a la policía que «todo el mundo sabía en casa que Sarkozy venía a recoger su sobre» y era un habitual a la mesa cuando era alcalde de Neuilly, entre 1983 y el 2002.

Sarkozy aseguró ayer que todo son «calumnias con el único objetivo de ensuciar y sin ninguna base real». Pero su escueto desmentido en medio de una visita a unas instalaciones médicas saben a poco, incluso a los fieles de su partido. Jean-François Copé, presidente del grupo parlamentario de la UMP, cree importante que el presidente se dirija a la nación. El presidente de la Asamblea Nacional, Bernard Accoyer, pide que se vaya «hasta el final de la transparencia» y el ex primer ministro Jean-Pierre Raffarin urge a Sarkozy a explicarse rápidamente y a formar «un Gobierno experimentado que respete las regalas de la ética».

El Ejecutivo cierra filas, entretanto, en torno a Eric Woerth, víctima de «una caza al hombre», según el primer ministro, François Fillon. El actual ministro de Trabajo y tesorero de la UMP intenta demostrar que no estaba al tanto de las cuentas secretas y fraudes al fisco que han destapado las cintas grabadas clandestinamente por el mayordomo de la heredera de L'Oréal, que ocurrieron cuando él ocupaba la cartera de Presupuesto y su esposa, Florence, trabajaba para Maistre, el administrador de Bettencourt, con un sueldo de 13.000 euros mensuales y una prima anual de 50.000. Según la ex contable, «estaba al corriente» de las cuentas en Suiza y las Seychelles, aunque «no forzosamente de los fraudes fiscales». Woerth volvió a decir ayer que todo es mentira y no piensa dimitir.

El diario Le Figaro , próximo a la UMP, insinuó ayer que Sarkozy podría verse obligado a adelantar la remodelación de Gobierno prevista para octubre, después de que dos secretarios de Estado renunciaran a su puesto antes de tiempo por despilfarro de fondos públicos.

El escándalo Bettencourt estalló hace tres semanas, cuando se difundieron las grabaciones que el mayordomo había realizado en secreto por orden de la única hija de la millonaria, enfrentada en los tribunales al amante de su madre, al que acusa de haberse apropiado de mil millones de euros.