El Reino Unido investiga una nueva red de 20 espías rusos «ilegales»

La Voz REDACCIÓN/LA VOZ.

INTERNACIONAL

El servicio de contraespionaje destapó la red de contactos de Anna Chapman en Londres

05 jul 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El MI5, los servicios secretos del Reino Unido, investigan una posible red de veinte agentes rusos «ilegales» a raíz de la reciente detención en EE. UU. de diez espías en favor de Rusia, según fuentes de la agencia Efe.

El servicio de contraespionaje indaga la red de contactos que tenía en Londres una de las arrestadas en Norteamérica, Anna Chapman, una rusa de 28 años que estuvo casada con un británico y vivió varios años en el Reino Unido, tal y como publicó ayer el dominical británico The Sunday Times . Los servicios secretos temen que Chapman -calificada por el FBI como una persona bien entrenada para el engaño- haya reclutado a una red de agentes «durmientes» (a la espera de entrar en actividad) antes de que ella abandonase el Reino Unido en el 2007.

El MI5 averigua si Chapman tenía contactos con los espías que trabajaban de manera encubierta como diplomáticos en la Embajada de Rusia en Londres. Los británicos creen que puede haber hasta 35 agentes de inteligencia en la embajada, mientras que puede haber entre 15 y 20 ilegales , es decir agentes que no están bajo el paraguas del régimen diplomático, sino que son ciudadanos de a pie.

Según ha informado la prensa británica, Anna Chapman se estableció en Londres en el 2002, después de casarse con el británico Alex Chapman tras un romance de cinco meses.

Tuvo varios empleos bien pagados, incluso en el banco Barclays, y creó su propia agencia inmobiliaria por Internet. En el 2007, tras el fracaso de su matrimonio, se mudó a EE. UU.

Tirando el hilo

Anna Chapman fue detenida a finales de junio junto a otras nueve personas acusadas de servir supuestamente como agentes del Gobierno de Rusia en territorio estadounidense de manera ilegal.

Desde entonces, la prensa se abalanza con avidez sobre cada detalle de la vida de esta joven rusa, que tras el fin de su matrimonio con el británico Alex Chapman mantuvo su apellido de casada y su pasaporte del Reino Unido. En las redes sociales, la guapa rusa mostraba numerosas fotos con mucha piel al descubierto y, además, un antiguo amante habló de apasionadas noches de amor, según cuentan Peer Meinert y Benedikt von Imhoff, de la agencia DPA.

Su ex marido Alex dice que el padre de Anna era agente de la KGB soviética en Zimbabue, pero sus antiguos suegros se manifestaron «totalmente sorprendidos». Kevin Chapman dijo al diario británico Daily Mail que su ex nuera no podía ser «una nueva Mata Hari».

También en Rusia hubo sorpresa e incredulidad. «Estoy segura de que es inocente», se apresuró a declarar su madre, Irina Kushchenko. Los blogueros rusos exigen la liberación de Anna, conocida en Moscú como miembro de la asociación de jóvenes empresarios, cercana al Kremlin.

En Estados Unidos, Anna creó una empresa inmobiliaria de habla rusa. Llevaba ropa de diseño, visitaba fiestas exclusivas y tenía presuntos amoríos con hombres mayores y adinerados. Pero el fin de su supuesta carrera como espía no tuvo ningún glamur ni refinamiento. La chica Bond rusa entregó su ordenador portátil a un desconocido en Manhattan que era agente del FBI. Aunque parece indudable que tenía un buen sentido del humor. Según la revista Time , cuando en una tienda de teléfonos móviles le preguntaron su dirección dijo: «99, Fake Street» («Calle Falsa, número 99»).

De los diez detenidos por los servicios secretos americanos, nueve sospechosos se encuentran bajo prisión preventiva, incluyendo a matrimonios con hijos. Solo la periodista peruana Vicky Peláez recuperó la libertad tras pagar una cuantiosa fianza. El undécimo presunto miembro de la red cayó en Chipre pero fue liberado, también tras el pago de una fianza. El FBI llevaba casi diez años tras la pista de esta red, y sin embargo, las pruebas halladas hasta el momento no son suficientes para acusarlos formalmente de espionaje.