Obama: «Somos un país de inmigrantes y el sistema migratorio debe reflejarlo»

EFE

INTERNACIONAL

El presidente defiende la necesidad de una reforma migratoria exhaustiva en un discurso en Washington.

01 jul 2010 . Actualizado a las 21:27 h.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha afirmado hoy que es necesario un sistema de inmigración para todo el país que «refleje nuestros valores como un Estado de Derecho y un país de inmigrantes».

Así lo dijo en un discurso para defender la necesidad de una reforma migratoria exhaustiva que pronunció en la Facultad de Diplomacia de la Universidad Americana, en Washington, ante una audiencia de unas 250 personas. «Hemos dejado claro que este Gobierno no va posponiendo las cosas y la reforma migratoria no es ninguna excepción», indicó Obama en una alocución en la que, como se esperaba, no efectuó ningún anuncio y se centró en resumir su visión sobre la reforma.

Tras reconocer que la inmigración es un asunto «emocional» que se presta a la demagogia, subrayó su convencimiento de que es posible «dejar la política a un lado» y que los partidos, tanto el Demócrata como el Republicano, se unan para aprobar un sistema que «rinda cuentas».

Indocumentados

La mayoría de los estadounidenses y de los legisladores demócratas, aseguró, «están preparados» para una reforma que incluya una vía para la regularización de los cerca de once millones de indocumentados que se calcula que residen en EE.UU.; multas para los empresarios que contraten a ilegales y que refuerce la seguridad en la frontera.

Para sacarla adelante, añadió, son necesarios los votos de la oposición republicana pues sólo con los 58 votos demócratas en el Senado no hay «síes» suficientes para garantizar que la medida sale adelante, algo para lo que hacen falta 60 escaños.

«Sin el apoyo republicano no podremos resolver este problema, ésta es la realidad política y matemática», indicó, tras recordar que en intentos previos de acometer la reforma sí se contó con el apoyo de legisladores de ese partido.

El último intento, en 2007, promovido por los senadores Ted Kennedy -demócrata- y John McCain -republicano- fracasó debido a desacuerdos entre los propios republicanos acerca de cómo tratar a los inmigrantes ilegales que ya se encontraran en Estados Unidos.

Obama insistió en que una reforma migratoria debe contar con una vía para la legalización de los indocumentados, pues poner todo el énfasis en la seguridad en la frontera y detener y expulsar a los once millones de ilegales es «imposible desde el punto de vista logístico».

Fracaso

El sistema actual para permitir la entrada de inmigrantes legales, subrayó, también ha fracasado, pues ha dado lugar a grandes colas y a menudo deja fuera a candidatos aptos debido a su alto coste y la necesidad de contratar abogados. El discurso de hoy de Obama es el último ejemplo de una serie de iniciativas del presidente para intentar promover la reforma migratoria, una de sus promesas de campaña. La Casa Blanca querría ver la reforma en el Congreso a principios del año próximo, aunque los expertos dudan de que esto vaya a ocurrir debido a la falta de apoyo republicano.

Esta semana, Obama se reunió con grupos de apoyo a los inmigrantes y con los legisladores del bloque hispano en el Congreso. En mayo acudió al Congreso para reunirse con los legisladores republicanos y, entre otras cosas, tratar de recabar apoyo para la reforma. También en mayo, el presidente de México, Felipe Calderón, le pidió que tomara medidas contra la ley de inmigración de Arizona, que convierte en delito ser inmigrante ilegal.

Obama, quien en el pasado había apuntado que esa ley está «mal concebida» y puede dar pie a la discriminación contra los hispanos, repitió hoy sus críticas, al indicar que ese tipo de legislación «pone una enorme presión contra las fuerzas del orden locales que se ven obligadas a hacer cumplir leyes de cumplimiento imposible».

El presidente estadounidense, que ha ordenado al Departamento de Justicia que estudie la ley para determinar si puede ser anticonstitucional, no dio indicaciones acerca de si ese organismo podría finalmente llevar la medida ante los tribunales.