Cameron considera un «alto precio» la muerte de 300 soldados británicos en la guerra de Afganistán

Imanol Allende LONDRES/LA VOZ.

INTERNACIONAL

El primer ministro dice que esta muerte puede significar «un momento para que todo el país reflexione sobre el sacrificio y dedicación» de las tropas.

22 jun 2010 . Actualizado a las 03:22 h.

La muerte ayer de un soldado británico herido el pasado día 12 en Sangin, en la convulsa provincia afgana de Helmand, eleva a 300 el número de soldados británicos fallecidos en este conflicto. El primer ministro británico, David Cameron, admitió que el país está pagando «un alto precio» y que esta muerte puede significar «un momento para que todo el país reflexione sobre el sacrificio y dedicación de nuestras tropas».

A las pocas horas de llegar al número 10 de Downing Street, Cameron prometió que Afganistán sería uno de los puntos principales en la agenda de su Gobierno, promesa ratificada a los dos días por la visita que cursó el ministro de Exteriores, William Hague, al país asiático, seguida por el viaje sorpresa del propio primer ministro hace poco más de una semana.

Pero trescientos muertos parece que es una cifra difícil de soportar para el nuevo Ejecutivo, por lo que el comentario de Cameron fue visto ayer como la confirmación del deseo de los dos socios de gobierno, tories y liberal-demócratas, de poner un fin cuanto antes a la presencia militar británica en Afganistán, costosa en términos financieros, políticos y humanos.

Durante cuánto tiempo

«Estamos pagando un alto precio por hacer de nuestro país un lugar más seguro, por hacer del mundo un lugar más seguro, y nos tenemos que seguir preguntando por qué estamos allí y durante cuánto tiempo más», indicó el primer ministro.

Al coro de reprobaciones políticas por la intervención militar se unía ayer el general Gordon Messenger, quien dijo que la sociedad británica «tiene todo el derecho del mundo» a preguntarse por qué las fuerzas británicas continúan luchando y muriendo en un conflicto que va ya por su noveno año. En los últimos seis meses han muerto 55 soldados británicos, quince en el último mes. La coalición anti bélica Stop the War celebrará hoy una protesta ante el palacio de Westminster. El Reino Unido mantiene a unos 10.000 soldados en Afganistán.

Ayer fue una de las jornadas más sangrientas para la OTAN en Afganistán. Nueve soldados, en su mayoría estadounidenses, murieron por ataques talibanes y la caída de un helicóptero en Kandahar. En este accidente aéreo perecieron tres soldados australianos y un soldado de EE.?UU.