El preso político cubano Ariel Sigler podría ser el primero en ser liberado

Mercedes Lodeiro REDACCIÓN/LA VOZ.

INTERNACIONAL

«Debe ser el único preso de conciencia del mundo en silla de ruedas», asegura Elizardo Sánchez

25 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El disidente cubano Ariel Sigler, preso desde el 18 de marzo del 2003, y que pertenece al grupo de los 75 de la etapa conocida como la primavera negra, podría ser el primer encarcelado de conciencia en ser liberado tras las gestiones de la Iglesia católica con Raúl Casrto. Es la hipótesis que manejan desde la Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional de Cuba, cuyo presidente, Elizardo Sánchez, aseguró ayer que «Ariel era un atleta cuando entró en prisión y ahora debe ser el único preso de conciencia del mundo en silla de ruedas».

Ariel Sigler fue hospitalizado hace unos meses. Según algunas fuentes, su estado era muy delicado y su vida podía estar corriendo peligro.

«Cuando lo hospitalizan es obvio que intentan evitar una nueva muerte en prisión como la de Zapata Tamayo, porque una muerte de esta índole le perjudicaría muchísimo al Gobierno y le puede traer más problemas de los que ya tiene en este momento», asegura otro disidente desde La Habana.

Elizardo Sánchez añade que piensa que podría ser el primero en ser excarcelado porque su esposa, Noelia Pedraza, le aseguró que un alto oficial de la Policía Política Secreta le dijo que no insistiera en su traslado «porque será puesto en libertad».

Las conversaciones Iglesia-Castro derivaron en la esperanza de que los 25 más enfermos del grupo de los 75 sean atendidos en hospitales, algunos incluso liberados, y otros sean trasladados de prisión para acercarlos a sus residencias.

Se trataría de medidas excepcionales del régimen castrista con los presos de conciencia ante la presión internacional, de la Iglesia y de movimientos internos como las Damas de Blanco.

El cuadro médico de Ariel Sigler -polineuropatía, paraplejiza, gastritis, cálculos renales y biliares, osteocondritis-, quien permanece en silla de ruedas, lo convierte en el preso político con un estado de salud más grave. Además, fue asignado a la prisión de Agüica, de las más duras de la isla y de la que se dice que quien no ha estado en ella no ha estado encarcelado.

Vladimir Calderón, del Partido Republicano en La Habana, ha confirmado a esta redacción que Raúl Castro dijo que iban a liberar a los 26 -25, según la Comisión Cubana de Derechos Humnos y Reconciliación Nacional- presos enfermos más graves, «pero bajo las condiciones que él dictase y que no iba a ser de una manera inmediata».

Liberaciones

El primer paso consistiría en «un tratamiento hospitalario para después liberarlos en territorio nacional o bien forzándolos a emigrar con sus familias», asegura Calderón.

Según estas informaciones, la alta jerarquía eclesiástica y en concreto el cardenal Ortega, «también consideraron el problema de las condiciones en las que están los cinco espías cubanos detenidos en Estados Unidos (Gerardo Hernández, René González, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Fernando González)» y se habló de un posible canje. Asimismo se intercedió por los 53 presos del grupo de los 75 que permanecen encarcelados, si bien cifran en muchos más los presos políticos.

Personas consultadas en La Habana aseguran que ayer percibían cerca de sus casas la presencia de miembros de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana. El motivo es que hoy se conmemora la muerte en prisión hace 38 años del disidente Pedro Luis Boitel, y que este año el evento adquiere un significado especial tras la muerte del preso político Orlando Zapata Tamayo como consecuencia de su protesta de 86 días en huelga de hambre.