Protestas en la calle y campaña del presidente

C.?P. REDACCIÓN/LA VOZ.

INTERNACIONAL

22 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La recesión es cada vez más palpable en Portugal. Los taxistas aseguran estar viviendo una caída en sus ingresos similar a las sufridas con las crisis energéticas, y los hornillos y las comidas de mantel junto a la carretera vuelven a dominar un paisaje en el que el 70% de sus moradores no cobran más que los 543 euros que dicta el salario mínimo.

La división interna germina dentro de un Gobierno todavía contrariado por haber perdido hace siete meses la mayoría absoluta. El principal partido de la oposición, el PSD, sigue probando carriles por los que seguir mientras no encuentra un líder aceptado por todas sus facciones. Y la izquierda busca en la calle el refrendo con el que sacudirse el apoyo dado a Sócrates en su investidura. El PCP, con la mayoritaria Confederación General de Trabajadores Portugueses está dispuesta a proseguir censurando en la calle la iniciativa que ayer perdió en la Asamblea. Los comunistas -como el Bloco y el PSD por dos veces- ya había sido derrotada en una moción similar en el pasado mandato, pero en esta ocasión para su líder Jerónimo de Sousa, un veterano obrero metalúrgico, todo es distinto. Trata de recoger y canalizar el enfado generalizado de trabajadores y desempleados. La estrategia también ha sido percibida por el Bloco da Esquerda, que sin dudarlo se ha sumado a la gran marcha nacional que las principales centrales sindicales están organizando para expresar por las calles de Lisboa el día 29 el malestar y la depresión de todo un país.

Y por si fueran pocos los problemas a los que Sócrates tiene que hacer frente, el presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva (del PSD), ha empezado a hacer una tenaz oposición al Gobierno anticipando la campaña electoral de las presidenciales que se celebrarán en enero. Cavaco critica con insistencia el gasto contraído en las obras del AVE y ayer mismo recalcó que ya lo viene advirtiendo desde el 2003. «Un país no puede aguantar durante mucho tiempo gastar mucho más de lo que produce», subrayó