Kirchner, poder simbólico en Sudamérica

Arturo Lezcano BUENOS AIRES/LA VOZ.|

INTERNACIONAL

El nuevo jefe de la Unasur

09 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Con la designación de Néstor Kirchner como secretario general de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) se confirman las tendencias iniciadas hace años en la región: primero, la determinación por llegar a consensos más allá de lo ideológico e incluso de los conflictos sensibles entre países. Segundo, dotar de institucionalidad a un bloque aún en pañales. Y tercero, el ansia interminable de un hombre que nominalmente solo es diputado (y jefe del Partido Justicialista argentino), pero con un poder, aún por definir, que ahora trascenderá las fronteras argentinas.

Néstor Kirchner será una especie de presidente sudamericano («el primero en 200 años», dijo Evo Morales) en un cargo en principio más virtual que efectivo, pero con carga simbólica por la coincidencia con los bicentenarios de las independencias de varias repúblicas americanas.

Para Correa, Morales, Chávez, Lugo y la propia Cristina Fernández, es un primer paso hacia la conformación de la patria grande.

El nombramiento del ex presidente argentino eclipsó la resolución de otras materias en la cumbre de presidentes celebrada el pasado lunes en las afueras de Buenos Aires. Ni el acuerdo, aún con diferencias, por la ayuda a Haití, ni el tira y afloja sobre Honduras -Lula da Silva tiró dardos contra España por invitar a Porfirio Lobo, presidente de Honduras, a la reunión de América Latina y UE- lograron apear del centro de la agenda una designación histórica.

A estas horas se cuece el malestar en Uruguay por el apoyo de José Mujica a Kirchner. Llama la atención, pues está enfrentado con Argentina por la instalación de una celulosa en el lado uruguayo de la frontera, lo que le permitirá al primer caballero austral afrontar desde la política exterior su intención de suceder a su esposa en el 2011.

Está por ver es cómo lo pergeña, porque se ha repetido que el cargo de secretario general de la Unasur es a tiempo completo y de dedicación exclusiva. Es decir, tendría que dejar el acta de diputado en Argentina y elegir entre la Unasur y una eventual candidatura a presidente a mediados del año próximo.

Repetir como presidente

La opinión más extendida es que renunciará a lo primero y ganará tiempo hasta el límite de lo segundo. Es decir, Kirchner tiene un año para ganar puntos en Argentina con su trabajo exterior.

¿Y cómo? Apostando a la integración de Sudamérica, tarea ardua teniendo en cuenta las diferencias políticas entre países, postulándose como interlocutor en los avatares y apostando por propuestas que aún no se han realizado, como el Banco del Sur como alternativa a las entidades globales o la construcción de vías de comunicación continentales. Y sobre todo, teniendo presencia en lo público. Teniendo en cuenta el perfil personalista con que Kirchner abraza el poder, se da por seguro que tomará el cargo más allá de lo simbólico de un nombramiento por demás sin precedentes.