En los primeros meses del 2010, seis carteles están librando en México una guerra regional en la que parecen identificarse dos bandos fruto de alianzas por el control del territorio: los carteles de Sinaloa, La Familia y del Golfo parecen estar unidos contra la sociedad de los Zetas, los Beltrán Leyva, el cartel de Juárez y el de Tijuana, según fuentes de seguridad nacional.
Los otrora poderosos carteles de Los Valencia, los Amezcua Contreras y Díaz Parada parecen ahora desaparecidos tras las acciones policiales y los conflictos internos.
Liderando algunos de los carteles en activo, aparece una generación de jóvenes que comienzan a ocupar el lugar dejado por padres y tíos en el pasado. Estos carteles, según un estudio de la Secretaría de Seguridad Pública, cada vez diversifican más sus operaciones, ya no dedicadas exclusivamente al narcotráfico, sino que abarcan ya el secuestro, el tráfico de personas, la piratería, las extorsiones o la trata de personas.
Esta capacidad de adaptación y el aumento de la actividad de los carteles no se podría entender sin considerar la relación histórica y estructural de complacencia y en muchos casos complicidad y mutuo interés de la élite política, policial y militar con los traficantes de drogas.
Cartel de Sinaloa.
Involucrado principalmente en el tráfico y distribución de cocaína, marihuana y heroína. Su líder es Joaquín el Chapo Guzmán, fugado en el 2001 del penal de máxima seguridad de Puente Grande. Lugartenientes suyos son Ismael el Mayo Zambada e Ignacio Nacho Coronel. En la actualidad es el cartel que tiene más fuerza en el país y la organización menos afectada por las detenciones llevadas a cabo por las autoridades mexicanas en el marco de la guerra contra el narcotráfico.
Cartel de Tijuana
También conocido como el cartel Arellano Félix, tiene su base de operaciones en la ciudad fronteriza de Tijuana, estado de Baja California. Se cree que Luis Eduardo Sánchez Arellano, hijo de Enedina Arellano Félix, hermana de los fundadores del cartel, comparte el liderazgo con su madre y su medio hermano Samuel Zamora Arellano. Sánchez Arellano asumió la jefatura tras la captura de su tío, Francisco Javier Arellano Félix, el Tigrillo . En la actualidad, es la organización más perjudicada en cuanto al número de detenciones.
Cartel del Golfo
Su crecimiento se ha producido a través de estrechos vínculos con políticos y jefes de policía, en especial del estado fronterizo de Tamaulipas, al nordeste de México. Juan García Ábrego fue su líder hasta 1996, cuando se desató una lucha por el poder de la que salió victorioso Osiel Cárdenas Guillén, detenido en el 2003 y extraditado en el 2007 a Estados Unidos, donde se cree que sigue dirigiendo el grupo a través de su lugarteniente Eduardo Costilla, el Coss . En el 2008, los hermanos Beltrán Leyva, primos del Chapo Guzmán, se unieron a la organización tras su ruptura con el cartel de Sinaloa.
La Familia Michoacana
Fundada en el 2005 por antiguos miembros del cartel del Golfo y algunos miembros del cartel de los Valencia, su crecimiento ha sido fulgurante. Con presencia en el centro y oeste del país, se cree que José de Jesús Méndez, Nazario Moreno, Servando Gómez y Dionisio Loya comparten un mando horizontal. Es un cartel muy violento en sus actividades que incluyen el secuestro, la tortura y las decapitaciones, como «actos de justicia divina», según sus narcomensajes.
Cartel de Juárez
Lo lidera Vicente Carrillo, hermano del histórico líder Amado Carrillo Fuentes, e l Señor de los Cielos , llamado así por la flota de aviones Boeing 727 que utilizaba para transportar droga hacia Estados Unidos. Tras la muerte del capo colombiano Pablo Escobar, Carrillo Fuentes fue el traficante más poderoso y llegó a poseer 25.000 millones de dólares, hasta que murió en 1997 una operación de cirugía estética. En abril del 2009, se detuvo en la capital de México a su hijo Vicente Carrillo Leyva, que había heredado el liderazgo del cartel.
Los Zetas
Grupo dirigido por Heriberto Lazcano, alias el Lazca o el Verdugo , antiguo miembro de las fuerzas especiales mexicanas. Los Zetas nacieron como el brazo armado del cartel del Golfo. Formado por ex miembros de élite del Ejército mexicano, se han detectado entre sus filas a ex militares guatemaltecos, los violentos kaibiles . Aunque en los últimos años los Zetas se han independizado del cartel del Golfo, se discute si continúan su colaboración.