La Marina de Chile destituye al jefe del organismo que descartó un tsunami en la costa tras el seísmo

Ramiro Pellet? / ?Mauricio Weibel

INTERNACIONAL

El terremoto desveló una gran y para algunos preocupante descoordinación entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas.

06 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

En Chile han comenzado a rodar cabezas por los errores cometidos tras el seísmo. La Marina destituyó ayer al comandante del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico (SHOA), organismo al que se responsabilizó de no haber alertado sobre la amenaza de tsunami que devastó las ciudades de la costa tras el seísmo del sábado.

El terremoto desveló una gran y para algunos preocupante descoordinación entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas. Las situaciones de este tipo son manejadas en Chile por la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) que depende del Ministerio del Interior, pero ese organismo no dio la alerta del peligro de tsunami, ya que no fue informado a tiempo por el SHOA.

En lugar de dar la alarma para que la población de la costa escapase a lugares altos, los responsables de la Onemi pidieron instrucciones a la presidenta Michelle Bachelet. La jefa de Gobierno consultó a su vez a la Marina, que entonces dio una respuesta menos categórica respecto del peligro de tsunami.

En cualquier caso, ya era tarde para dar la alarma, porque en esos mismos momentos olas de hasta diez metros de altura golpeaban el litoral.

Cifra a la baja de muertos

A última hora del jueves (madrugada en España), Bachelet decretó un duelo nacional de tres días por los fallecidos, que todavía no se sabe cuántos son. La confusa información sobre los muertos es el último capítulo de una serie de fallos de coordinación inadmisibles en un país sísmico.

El subsecretario de Interior, Patricio Rosende, sostuvo que «las confusiones son comprensibles» en una tragedia. Lo cierto es que hasta el jueves, los muertos eran 802 y repentinamente el dato bajó a 279. La brusca caída responde a la decisión de informar solo de los casos de fallecidos identificados, limpiando los registros de desaparecidos.

Tras una reunión con su sucesor, Bachelet anunció ayer que la ceremonia del jueves en que traspasará el poder al empresario Sebastián Piñera será austera y sencilla debido a las condiciones de desastre.

Dos fuertes réplicas, una de magnitud 6,6 y otra de 6, sacudieron ayer Concepción, causando escenas de pánico y caída de material de edificios. En total, la ciudad sufrió seis réplicas en menos de tres horas ayer por la mañana cuando la población estaba refugiada en sus casas por el draconiano toque de queda de 18 horas.

Ayer llegó a Santiago el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. «Chile ha sido extraordinariamente generoso en ir en ayuda de Haití cuando lo necesitaba. Ahora es el momento de que las Naciones Unidas y la comunidad internacional apoyen a Chile y a su pueblo», dijo a su llegada.