Al Qaida afirma que el atentado contra la CIA en Afganistán es una «venganza» contra los ataques en Pakistán

AFP

INTERNACIONAL

El del 30 de diciembre fue el ataque más sangriento contra los servicios de inteligencia estadounidenses desde 1983.

07 ene 2010 . Actualizado a las 14:19 h.

El atentado perpetrado por un infiltrado de Al Qaida que mató a siete miembros de la CIA y a un oficial de inteligencia jordano en Afganistán fue una «venganza» por las víctimas de los aviones sin piloto norteamericanos en Pakistán, afirmó el jueves la red de Osama bin Laden.

El presunto autor del atentado suicida, el jordano Humam Jalil Abu Mulal al Balawi, se hizo volar en pedazos el 30 de diciembre en una base de la CIA en Jost (este), en el ataque más sangriento contra los servicios de inteligencia estadounidenses desde 1983.

Balawi es considerado como un agente doble que además de trabajar para la CIA como miembro de los servicios secretos jordanos pertenecía a la red islamista Al Qaida.

Ante esta embarazosa situación, un responsable jordano que pidió el anonimato acabó reconociendo que el presunto autor colaboraba con sus servicios de inteligencia desde hace un año. «Hemos compartido con Estados Unidos informaciones relativas a Afganistán», reconoció la fuente.

En su testamento, el kamikaze dice que el atentado suicida vengaba a los «mártires», entre los que cita una serie de combatientes talibanes muertos en ataques de misiles lanzados por aviones sin piloto estadounidenses, según el jefe de Al Qaida en Afganistán, Mustafá Abu al Yazid, citado por el centro norteamericano de vigilancia de las páginas web islamistas SITE.

Entre las víctimas de estos ataques de misiles figura el jefe talibán paquistaní Baitulá Mehsud, acusado de una ola de atentados, entre los que destaca el que se cobró la vida de la primera ministra paquistaní, Benazir Bhutto, en diciembre de 2007.

Baitulá Mehsud murió en un ataque de misil estadounidense en agosto de 2009. Otro jefe talibán, Abu Saleh al Somali, considerado miembro del cuartel general de Al Qaida y sospechoso de ser responsable de atentados en Europa y en Estados Unidos, murió en otro ataque cometido en diciembre en Waziristán del Norte, una zona tribal inestable fronteriza con Afganistán.

Waziristán del Norte linda con la provincia afgana de Jost, donde se produjo el ataque contra la CIA.

El miércoles, nuevos ataques de aviones sin piloto estadounidenses contra un supuesto campamento rebelde mataron a 13 personas en el mismo distrito de Waziristán del Norte. Era el cuarto y quinto bombardeo sobre Waziristán del Norte en una semana.

Los estadounidenses han intensificado últimamente sus bombardeos sobre Waziristán del Norte y presionan cada vez más a Pakistán para que acabe con los grupos armados que atentan contra las tropas estadounidenses y de la Alianza Atlántica (OTAN) en Afganistán.

Desde la llegada al poder del presidente Barack Obama, Estados Unidos aumentó sus ataques aéreos en las zonas tribales paquistaníes, lo que ha intensificado la animadversión hacia este país en Pakistán.

De viaje en Kabul junto con un grupo de senadores estadounidenses, el senador republicano John McCain estimó que los ataques de los aviones sin piloto eran «muy eficaces» y debían continuar.