Nuevos enfrentamientos en Teherán en la víspera de la fiesta de la Ashura

Nolo Mariño

INTERNACIONAL

27 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Las fuerzas de seguridad iraníes reprimieron ayer cualquier conato de protesta en varios puntos del centro de Teherán, según reconocieron fuentes oficiales. Durante toda la mañana hubo informaciones en las páginas web reformistas sobre cargas policiales y de milicianos basiyis contra los manifestantes. La violencia policial es síntoma de la creciente tensión en las calles ante las manifestaciones de la oposición previstas para hoy, cuando se celebra la fiesta chií de la Ashura.

De igual forma, hubo enfrentamientos entre la policía y manifestantes hostiles a la política del Gobierno en los alrededores de la mezquita de Yamarán, en la que fue casa del ayatolá Jomeini, al norte de la capital. El ex presidente Mohamad Jatamí, un abanderado del reformismo, realizó un discurso en la mezquita a media tarde durante el que se pudieron oír gritos de «Muerte al dictador», en referencia al líder de la revolución, el ayatolá Alí Jamenei.

La tensión ha ido en aumento en Irán desde la muerte del gran ayatolá Hossein Alí Montazeri, un disidente que llegó a convertirse en el líder espiritual de la actual oposición al régimen iraní. Montazeri, que falleció hace una semana, tachó al actual Gobierno de dictadura. Tras su muerte, la oposición busca revivir las protestas desatadas por el resultado de las elecciones del pasado junio y que convulsionaron el país, durante sus funerales que se celebrarán hoy por todo Irán. Precisamente este domingo culminan los rituales de duelo de los chiíes que durante los últimos diez días han estado celebrando el martirio del imán Huseín, un nieto de Mahoma.

«Por aquí no hemos conseguido ver a nadie manifestándose», relata Akbar, un joven profesor que vive en pleno centro de Teherán, «pero mi suegra, que reside en la zona de la Universidad de Teherán, ha estado toda la mañana siguiendo las cargas de la policía. Cada vez que se reunían varias personas y alguna gritaba algo, los agentes los dispersaban sin miramientos», cuenta el profesor.

Según la página web Rah-e- Sabz, las fuerzas de seguridad, incluida la Guardia Revolucionaria y los basiyi utilizaron gases lacrimógenos y llegaron a efectuar disparos al aire para dispersar a los manifestantes. También publicó que los agentes rompieron las ventanas de varios coches que tocaban el claxon en señal de protesta. Los choques se produjeron en al menos tres áreas: la plaza del imán Huseín, Pol-e-Chubi y la plaza de Ferdusi. Los periodistas extranjeros acreditados en Irán no pueden cubrir ninguna manifestación sin un permiso especial de las autoridades.

Los iraníes celebran el martirio de Alí con procesiones callejeras, al estilo de las católicas de Semana Santa. Las comitivas pueden llegar a sumar varios miles de personas, momento que aprovechan los simpatizantes reformistas para proferir sus eslóganes y quejarse así, de forma anónima, contra el Gobierno integrista. Las autoridades han advertido de que cualquier protesta durante las procesiones será reprimida sin contemplaciones.