Tiroteo de película en Nueva York

Mercedes Gallego

INTERNACIONAL

La policía persigue y abate a tiros a un rapero principiante que vendía sin permiso cedés y deuvedés en la calle

12 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Hace años que el peligroso Nueva York de las bandas callejeras y los tiroteos en pleno día solo se ve en el cine, pero el jueves los turistas que abarrotaban Times Square a las once de la mañana tuvieron la oportunidad de presenciar una de esas escenas de película.

«Al principio no estaba seguro: ¿Era de verdad o estaban rodando?», se preguntó Dave Kinahan, un vecino de Boston que fue testigo del tiroteo entre un sargento vestido de paisano y un rapero rebelde del Bronx que vendía cedés y deuvedés en la calle.

La policía sospecha que intentaba timar a los turistas, pero lo único que puede probar es que el sargento Christopher Newsom, de paisano y en un coche sin identificar, avistó al joven de 25 años y le pidió el permiso para vender en la calle. Mientras su hermano intentaba negociar, Raymond Martínez se dio a la fuga, y el sargento Newsom decidió darle caza. «¡Police, freeze!» (Policía, no te muevas), le gritó en el cruce de la calle 45. Se persiguieron entre la multitud por la puerta giratoria del hotel Marriot, las marquesinas de los teatros y las tiendas, donde dejaron impactos de bala.

Los carteles luminosos de Broadway anunciaban Navidades Blancas, pero el famoso cruce neoyorquino se tiñó de rojo cuando el joven se sacó de la chaqueta una Mac-10 semiautomática, como la de Bruce Willis en Pulp Fiction . Había sido robada de un coche en Richmond (Virginia) dos meses antes.

Dicen que fue el primero en disparar, pero como había vaticinado en una de las canciones que colgó en Internet, la pistola se le encasquilló a los dos disparos. El agente Newsom no falló ni uno. Los cuatro impactaron en el rapero: en el cuello, pecho, brazo izquierdo y un arañazo en el derecho. Tan pronto cayó al suelo, el agente se le tiró encima para esposarlo mientras gritaba «Call 911» (¡Llamad a los servicios de emergencia!). Para cuando el hermano se le echó a la espalda gritando que lo soltara, los turistas ya lo apuntaban con sus cámaras. Ayer en el Bronx, la familia velaba el cadáver. «Todo lo que sé es que mi hijo se ha quedado sin padre», musitó la joven viuda.