Israel y EE.UU. prueban sus defensas antimisiles en las mayores maniobras conjuntas de su historia

Ánxela Iglesias

INTERNACIONAL

22 oct 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Israel y Estados Unidos comenzaron ayer su mayor ejercicio conjunto de misiles de defensa de su historia, con la participación de más de dos millares de militares y 17 buques de la Armada norteamericana. Las maniobras Juniper Cobra tienen lugar a la sombra del programa nuclear iraní, que el Estado judío considera una amenaza a su existencia.

El despliegue es considerable y a su mando está el almirante Mark Fitzgerald, encargado del grupo de combate que abrió la invasión de Afganistán. Durante dos semanas se ensayarán respuestas a ataques de misiles de distinto alcance con sistemas terrestres y aéreos y un radar estadounidense instalado en el desierto del Néguev. Así se perfeccionarían capacidades con vistas a un eventual ataque de Irán, incluso si fuera orquestado con Siria, Gaza o el Líbano.

«Las maniobras no responden a ningún evento mundial», subrayaban portavoces israelíes. Pero también valdrían para «prepararse para un Irán nuclear», a tenor de lo dicho por un alto mando militar no identificado a Israel Radio.

En todo caso, las maniobras son una prueba de fuerza hacia fuera y hacia dentro. Cualquier potencial atacante comprobará la capacidad del Ejército israelí para interceptar y disparar de vuelta con el apoyo explícito de Estados Unidos.

Y para la sociedad israelí serviría como calmante ante la alarma alimentada por sus dirigentes. Ayer, el presidente Simon Peres insistió en que «Mahmud Ahmadineyad amenaza con aniquilar a Israel».

El hecho de que se trate de una maniobra defensiva lleva a pensar que Israel podría comenzar a aceptar el rechazo de EE.?UU. a ataques preventivos. «Quiero creer que estas maniobras forman parte de la estrategia de Washington para tranquilizar al Gobierno y llevarlo de vuelta al proceso negociador», comentó un representante de la izquierda israelí.

Esa estrategia pasa también por defender a Israel ante organismos multilaterales. Ayer, la enviada norteamericana, Susan Rice, prometió a Peres la lealtad de su país contra el informe de la ONU sobre crímenes de guerra en Gaza.