Ahmadineyad dice que la presencia extranjera es la raíz de la inseguridad

Efe

INTERNACIONAL

El presidente iraní insiste en que el terrorismo «es el enemigo común de todas la naciones de la zona».

20 oct 2009 . Actualizado a las 00:18 h.

El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, insistió este lunes en que la presencia de tropas extranjeras es «la raíz» de los problemas de inseguridad que padecen las regiones de Oriente Medio y Asia Central.

En una conversación telefónica con el primer ministro de Turquía, Recep Tayip Erdogan, Ahmadineyad insistió en que el terrorismo «es el enemigo común de todas la naciones de la zona» y apostó por la cooperación exclusivamente regional como única vía para solucionarlo.

Según la agencia de noticias iraní Isna, Erdogan y Ahmadineyad conversaron sobre el atentado que el domingo segó la vida de 42 personas en la frontera de Irán con Pakistán y que ha supuesto un duro golpe tanto para el régimen como para la poderosa Guardia Revolucionaria, cuerpo de elite del Ejército iraní.

Por su parte, el líder supremo de la Revolución iraní, ayatolá Alí Jameneí, también apuntó hoy hacia Occidente como el instigador de la citada matanza.

En una carta de condolencia a las familias de las 42 víctimas mortales del atentado suicida perpetrado el domingo en la región oriental iraní de Sistán Baluchistán, la máxima autoridad de Irán prometió que los culpables serán castigados.

«El crimen cometido por esos sanguinarios terroristas en Baluchistán ha desenmascarado el diabólico rostro de aquellos que son enemigos de la seguridad y la unidad, y que están apoyados por ciertos poderes arrogantes», afirmó Jamenei, a quien cita la agencia de noticias local Mehr.

«Los enemigos deben saber que su animadversión no podrá romper la unidad religiosa y tribal. Aquellos que han violado el derecho a la vida y a la seguridad del pueblo serán castigados por sus traicioneros actos», recalcó.

Dos altos mandos de la Guardia Revolucionaria perdieron la vida en el atentado suicida del domingo, cuya autoría ha asumido el grupo extremista suní «Yundulah» (Ejército de Dios) y que ha supuesto un duro golpe tanto para el régimen como para este cuerpo.

Irán acusa a Pakistán de ofrecer refugio a estos y otros grupos radicales que actúan en la inestable frontera entre los dos países, y a Estados Unidos de financiarlos.

Este es el segundo atentado mortal que Yundulah perpetra en el Sistán Baluchistán desde que el pasado marzo el régimen iraní decidiera entregar a la Guardia Revolucionaria el control y la seguridad de esta zona, considerada también la principal puerta de salida de la droga que se produce en Afganistán.