Villepin niega haber conspirado contra Sarkozy por orden de Chirac

Fernando Iturribarría

INTERNACIONAL

El ex primer ministro francés está acusado de haber instado la inclusión de los apellidos húngaros de Sarkozy -Nagy y Bocsa- en un listado de falsos beneficiarios de cuentas secretas en el extranjero.

30 sep 2009 . Actualizado a las 23:44 h.

El ex primer ministro francés Dominique de Villepin negó este miércoles haber conspirado contra el actual presidente de su país, Nicolas Sarkozy, por orden del anterior jefe del Estado, Jacques Chirac, en su primer interrogatorio como acusado en el juicio por el caso Clearsteam.

«Jamás transmití instrucciones de Chirac, al que no trato de encubrir», proclamó el principal sospechoso de la guerra sucia librada en el seno de la familia conservadora de cara al relevo en el Elíseo en 2007.

Villepin es juzgado por complicidad en denuncia calumniosa, cargo por el que podría ser condenado a una pena máxima de cinco años de cárcel y 45.000 euros de multa. Se le acusa de haber instado la inclusión de los apellidos húngaros de Sarkozy -Nagy y Bocsa- en un listado de falsos beneficiarios de cuentas secretas en el extranjero a través de la sociedad financiera luxemburguesa Clearstream.

En una sala de vistas abarrotada de periodistas, observadores y curiosos, el jefe del Gobierno francés desde mayo de 2005 a mayo de 2007 explicó al Tribunal Correccional de París que fue informado del caso en una reunión celebrada el 9 de enero de 2004 en el Ministerio de Asuntos Exteriores, del que entonces era titular. En esa cita participaron el vicepresidente del consorcio aeroespacial EADS Jean-Louis Gergorin y el general Philippe Rondot, agente de los servicios secretos militares.

«Se trataba de una reunión desenfadada, no de una reunión de trabajo. En ningún momento entramos en la definición de objetivos o en la implicación de personas», aseguró tras exponer que fue Gergorin quien le puso al corriente de la existencia de las listas con cientos de nombres. En teoría correspondían a personalidades que habían sido sobornadas con el pago de comisiones ocultas por la venta de unas fragatas a Taiwan en 1991.

El juez Domnique Pauthe, presidente del tribunal, le leyó una nota manuscrita intervenida al general Rondot relativa a la reunión en la que el espía señalaba «cuenta compartida Nicolas Sarkozy-Bocsa» y «fijación: Sarkozy». Villepin replicó que «esas notas no me parecen conformes con lo que se dijo ese día».

Argumentó que si el nombre de Sarkozy salió a relucir fue porque, como entonces era ministro del Interior, se plantearon la conveniencia de informarle de la amenaza potencial a la seguridad del Estado que implicaba aquella aparente corrupción masiva a nivel internacional.

En su turno de palabra Gergorin, imputado como organizador del complot, ofreció a los jueces una versión diametralmente opuesta.

Afirmó que entregó un CD-Rom con los listados falsos, nombre de Sarkozy incluido, a Villepin en febrero de 2004 y que éste le pidió que se lo hiciera llegar a los magistrados especializados en delitos financieros. «Dominique de Villepin me dijo con tono solemne: 'ahora la única solución es que se ocupe un juez instructor, es una instrucción del presidente de la República», es decir, Chirac. El tribunal tiene hasta finales de octubre para averiguar quién dice la verdad.