Los embajadores de la UE llamados a consultas regresan a Honduras

M. López de Guereño

INTERNACIONAL

La policía reconoce que en los disturbios ya murieron dos personas y otras 400 fueron detenidas

25 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El Gobierno de facto de Honduras cambió de estrategia al levantar el toque de queda horas después de declararlo indefinido. Ayer, desde las 6 de la mañana, las dos de la tarde en España, se restableció una aparente normalidad al reanudarse los servicios. Los hondureños volvieron a trabajar o a estudiar, los aeropuertos operaron los vuelos internacionales y las fronteras dejaron pasar a los camiones.

Nadie se explica la razón del cambio de postura que, al menos, permitirá la llegada de una misión mediadora internacional. Si bien en principio se anunció que estaría encabezada por el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, y que sería este fin de semana, anoche fue aplazada por el presidente golpista, Roberto Micheletti. Este aceptó una misión integrada por el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, y el vicepresidente de Panamá, Juan Carlos Varela, a sugerencia del estadounidense Jimmy Carter.

Antes, la Unión Europea y la OEA acordaron el regreso de los embajadores que dejaron el país tras el golpe que el 28 de junio sacó a Manuel Zelaya del poder.

Marcha de michelettistas

Ayer, cientos de camisetas blancas, como llaman a los simpatizantes del régimen golpista, se manifestaron ante la sede de la ONU en Tegucigalpa. Portaban carteles en los que se leía: «Honduras más independiente que nunca», «No tenemos miedo» o «Elecciones».

Para evitar encontronazos, los líderes del Frente de Nacional de Resistencia -cuyos seguidores no respetaron el toque de queda impuesto el lunes- pidieron a los suyos no marchar para no toparse con los adversarios.

Así las cosas, no se vislumbra una solución próxima. Micheletti dice que está dispuesto a dialogar siempre que su predecesor admita las elecciones de noviembre y salga de la embajada para irse al exilio o a la cárcel. Zelaya también quiere negociar, pero el cerco contra la Embajada de Brasil donde se refugia desde el lunes con un centenar de simpatizantes se estrecha.

La noche del miércoles abandonó la legación otro grupo de zelayistas. Desde el exterior, denunciaron el incremento de la represión. El principal líder de la resistencia, Rafael Alegría, afirmó que pese a todo continuarán su lucha. Asimismo, adelantó la interposición en el Tribunal Penal Internacional, en La Haya, de un expediente sobre las violaciones a los derechos humanos desde el golpe militar, elaborado por la Federación Internacional de los Derechos Humanos y la Asociación Pro Derechos Humanos de España.

Por segundo día consecutivo, en la noche del miércoles se registraron disturbios en Tegucigalpa. Ayer, la policía reconoció dos muertos en los enfrentamientos-uno por no parar en un retén- , cientos de heridos y 411 detenidos. De ellos, 382 apresados por violar el toque de queda ya fueron liberados al quedar ayer sin vigencia esa medida. De los 29 restantes, algunos serán enviados a los tribunales, dijo el portavoz de la policía, Orlin Cerrato. Añadió que, a diferencia del martes, cuando grupos de zelayistas saquearon supermercados y otros negocios, el miércoles solo hubo «intentos» de hacerlo en una decena de barrios de la capital hondureña.