Los demócratas de EE.UU. salen en defensa de George W. Bush

Orlando Lizama

INTERNACIONAL

Un libro con las confidencias de un redactor de discursos del ex líder republicano desata la polémica en el país

25 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El anterior presidente estadounidense, George W. Bush, jamás hubiese creído que los demócratas, que lo criticaron tanto durante su gobierno, saltarían a defenderlo tras la publicación de un polémico libro escrito por un redactor de sus discursos.

La obra Speech-less: Tales of a White House Survivor (que podría traducirse como Sin discurso: historias de un superviviente de la Casa Blanca) fue escrito por Matt Latimer y salió esta semana a la venta en EE.?UU.

Latimer llegó lleno de idealismo a la Casa Blanca en los últimos meses del Gobierno de Bush para encargarse de los discursos. Antes había sido el redactor de los del entonces secretario de Defensa Ronald Rumsfeld.

Pero no tardó en decepcionarse ante lo que describe como un ambiente caótico, que compara con el de las populares series de televisión La oficina y El ala oeste de la Casa Blanca . Lo que más debate ha causado han sido los comentarios que atribuye a Bush sobre sus rivales, en especial a los demócratas.

Sobre Barack Obama, entonces senador por Illinois, Bush habría dicho: «Este es un mundo peligroso y este gato no está ni remotamente cualificado para controlarlo. No tiene idea...». Al referirse a la posibilidad de que Hillary Clinton ganara la presidencia, Bush advirtió: «Esperen que pose su gordo trasero junto a este escritorio», en el Despacho Oval de la Casa Blanca.

Ni siquiera los miembros de su propio Partido Republicano se libraron de sus comentarios. De la ex gobernadora de Alaska, Sarah Palin, compañera de fórmula de John McCain en las presidenciales de noviembre, dijo: «Estoy tratando de recordar si la conozco... ¿Quién es... la gobernadora de Guam?».

Latimer llegó a la Casa Blanca cuando comenzaba la crisis económica. Según él, los discursos sobre el tema eran concebidos con el objetivo de decirle a la población que existía un plan para hacer frente a la crisis y, al mismo tiempo, dar la alarma para que el Congreso actuara.

Esos discursos, señala, eran tan complicados y redactados tan cuidadosamente que difícilmente la población podía entenderlos. Pero cuando se trataba de otros temas, los discursos eran excesivamente simplistas para que Bush no se enfadara. «Nuestra audiencia pasó a ser el presidente, no el país», según indica Latimer.

Pero el presidente que abandonó la Casa Blanca con uno de los niveles más bajos de popularidad en la historia de EE.?UU. ha recibido el respaldo hasta de sus detractores, que afirman que Latimer revela confidencias que no debieron salir a la luz.

Para Paul Begala, estratega bajo el Gobierno demócrata de Bill Clinton, el libro constituye una «traición a la confianza» que se depositó en él. Dana Perino, ex portavoz del Gobierno de Bush, disminuyó la autoridad de Latimer al decir que «casi nadie en la Casa Blanca lo conocía».