El fraude en las urnas cobra fuerza, y Karzai se queja de que Washington lo ataca porque lo quiere más dócil

Waheedullah Masoud

INTERNACIONAL

08 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Las sospechas de que hubo fraude en las elecciones presidenciales afganas ganan cada día más fuerza, mientras el presidente Hamid Karzai se queja de que EE.?UU. le ataca porque querría que fuera más sumiso e insiste en defender los resultados pese a las irregularidades, «inevitables» en un país como el suyo.

En una entrevista publicada ayer por el diario francés Le Figaro , Karzai considera que los ataques de Washington contra alguno de sus colaboradores más cercanos van en realidad dirigidos contra él, porque los estadounidenses querrían que fuera «más dócil». «Se equivocan, porque su interés como amigos y aliados es que Afganistán tenga un presidente respetado por su pueblo. Nadie tiene interés en que el presidente afgano se convierta en una marioneta estadounidense», afirma.

Karzai también lanza críticas a la prensa británica y estadounidense, y asegura que ha sido «decepcionante» la forma en la que estos «han faltado al respeto al proceso electoral» en un intento por «deslegitimar al futuro Gobierno».

Colegios fantasma

Precisamente The New York Times informó ayer que Karzai ha obtenido miles de votos en 800 colegios electorales «fantasma», donde nadie depositó su papeleta, pero que figuran en el escrutinio. Según el rotativo, que cita funcionarios afganos y occidentales, los citados colegios solo han existido sobre el papel puesto que no abrieron durante la jornada electoral, pero centenares, e incluso miles de votos, procedentes de dichos centros han sido atribuidos al favorito.

Según los últimos resultados parciales, Karzai obtuvo el 48,6% de los votos y Abdulá Abdulá, el 31,7%. Pero alrededor de 200.000 votos han sido anulados por fraude, dijo un responsable de la comisión electoral. Un responsable occidental en Kabul dijo que las sospechas de fraude están teniendo efecto en Occidente. En EE.?UU. y Europa, los sondeos revelan un apoyo cada vez menor a la misión en Afganistán.