El presidente iraní aseguró que su política exterior?se centrará en hacer frente a los «arrogantes»
31 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, presentó ayer su nuevo Gabinete de 21 miembros al Parlamento, que tendrá tres días para evaluarlo antes de dar su aprobación para el inicio de la nueva legislatura, de cuatro años. Sonriente, Ahmadineyad abrió la sesión de voto de confianza con un discurso de casi una hora en el que aunó la beligerancia hacia el exterior con populismo frente a la crisis económica interna. «Estamos comprometidos con la promoción de la justicia, la preservación de la dignidad nacional y el progreso para hacer frente a los países que acosan», aseguró. «Nuestra política [exterior] estará dirigida a proseguir el apoyo a los pueblos oprimidos y confrontar a los arrogantes... Irán es partidario del diálogo constructivo con todos los países menos con Israel», agregó.
Después, y entre los murmullos de muchos diputados, pidió el apoyo de la Cámara para combatir «a los enemigos extranjeros». Sin embargo, las previsiones apuntan a que la Asamblea rechazará a varios aspirantes.
Atacado por la oposición reformista, que considera su reelección fraudulenta, y criticado por el conservadurismo moderado, el proceso de voto de confianza se perfila como un examen de la capacidad de maniobra del presidente. Ahmadineyad ya trató a finales de julio de designar a uno de sus colaboradores más estrechos, Esfandiar Rahim Mashaii, vicepresidente primero, decisión que le granjeó la oposición de gran parte de los moderados y de miembros de su anterior Gabinete. Hubo de ceder tras la oposición del líder supremo de la Revolución, ayatolá Ali Jamenei. Cuando el 19 de agosto reveló la composición de su nuevo Ejecutivo, desencadenó un nuevo aluvión de críticas, incluida la del presidente del Parlamento, Ali Larijani.
Dudas y polémica
El sábado, el diputado Ahmad Tavakoli volvió a pronosticar que, pese a la larga semana de negociaciones, casi una tercera parte de los aspirantes serán rechazados el miércoles, cuando los diputados efectuarán la votación. En declaraciones a la agencia de noticias estudiantil Ilna, Tavakoli apuntó como razón su inexperiencia en puestos de gestión ejecutiva.
La polémica gira en torno a algunos de los ministerios más importantes, donde Ahmadineyad desea colocar a estrechos colaboradores, entre ellos la cartera de Petróleo, para la que ha propuesto al anterior ministro de Comercio, Masud Mirkazemi. Pese a que parte del sector le ha dado su apoyo, el Parlamento duda de la capacidad de Mirkazemi por su falta de experiencia en el ramo. Ahmadineyad ha defendido su candidatura justificando que el ministerio pide una reorientación y ayer insistió en la idea al sugerir que la industria petrolera «necesita una segunda nacionalización».
Hay también incertidumbre sobre las tres mujeres propuestas para Bienestar Social, Sanidad y Educación. Al parecer, los ayatolás, cuya opinión no es vinculante pero sí influyente, han expresado sus dudas sobre ellas. De ser aceptadas, se convertirían en las primeras mujeres en llegar a ministras en la historia de la República Islámica.