EE.UU. presenta cargos contra cabecillas del narcotráfico mexicano

efe

INTERNACIONAL

Son 43 personas presuntamente implicadas en el contrabando de toneladas de cocaína y miles de millones de dólares.

21 ago 2009 . Actualizado a las 00:31 h.

EE.UU. ha anunciado el procesamiento de 43 personas vinculadas al narcotráfico mexicano e implicadas presuntamente en el contrabando de toneladas de cocaína y miles de millones de dólares desde Colombia y América Central hasta Canadá.

La presentación de cargos, que afecta entre otros a diez importantes cabecillas del narcotráfico mexicano, fue anunciada hoy en conferencia de prensa por el fiscal general de EE.UU., Eric Holder.

Los cargos han sido presentados en doce procesos diferentes abiertos en tribunales federales de Brooklyn (Nueva York) y Chicago, en los que se describen las actividades de diversos «carteles» que operan principalmente en México.

«Ninguno de nuestros dos países puede vencer a los traficantes de drogas por sí mismo», dijo en un comunicado difundido en Washington el secretario de Justicia mexicano Eduardo Medina Mora.

«Por ello hemos aumentado la cooperación bilateral que nos permite combinar nuestros recursos de investigación y enjuiciamiento para desmantelar estas organizaciones trasnacionales y para llevar a sus cabecillas ante la Justicia».

Tres de los supuestos cabecillas acusados son Joaquín «el Chapo» Guzmán Loera, Ismael «el Mayo» Zambada García, y Arturo Beltrán Leyva, considerados entre los traficantes más poderosos en México y que encabezan o han encabezado las organizaciones conocidas como el cartel de Sinaloa y «la Federación».

También han sido acusados Ignacio «Nacho» Coronel Villarreal, Héctor Beltran-Leyva (hermano de Arturo) y Jesús Zambada-García (hermano de Ismael), cada uno de ellos considerados cabecillas de «la Federación».

Los otros cabecillas imputados son Vicente Carrillo Fuentes, supuesto jefe del Cartel de Juárez; Luis y Esteban Rodríguez Olivera, supuestos cabecillas de la banda «los Güeros», y Tirso Martínez Sánchez, quien encabeza su propia organización de contrabando.

La Fiscalía, que tiene abiertos cuatro procesos en Brooklyn y ocho en Chicago, sostiene que entre 1990 y diciembre de 2008 los tres primeros cabecillas y sus colaboradores fueron responsables del contrabando a EEUU y de la distribución de casi 200 toneladas de cocaína.

También se les acusa de haber distribuido cantidades adicionales de heroína y de la transferencia ilegal de EEUU a México de más de 5.800 millones de dólares en dinero obtenido con la venta de drogas en EEUU y Canadá.

Una de las acusaciones en Brooklyn indica que el cartel de Juárez recibió en México embarques de varias toneladas de cocaína procedente del cartel colombiano Norte del Valle y de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), descrita por el Departamento de Justicia de EEUU como «una organización paramilitar e importante traficante de droga».

Las acusaciones en Chicago señalan que las bandas mexicanas organizaron su contrabando de cocaína desde países suramericanos y centroamericanos, pasando por México hacia EEUU, con el uso de aviones de carga Boeing 747, submarinos, barcos de contenedores, lanchas pesqueras, autobuses, vagones de ferrocarril y camiones.

Las investigaciones llevaron a la incautación de más de 32.500 kilogramos de cocaína, incluidos unos 3.000 kilogramos en Chicago, y otros 7.500 kilogramos en Nueva York. Otros 22.500 kilogramos confiscados anteriormente se comprobó que estaban vinculados a las actividades de 'la Federación', según consta en los escritos judiciales.

«Los miembros de 'la Federación' compartieron rutas de transporte de drogas que obtuvieron de varias organizaciones colombianas, en particular el Cartel de Norte Valle», según el Departamento de Justicia.

Los cargos sostienen que los acusados emplearon sicarios que llevaron a cabo cientos de actos de violencia en México, incluidos asesinatos, secuestros, torturas y cobranzas violentas de deudas por la droga.

Guzmán Loera y Zambada García, según los cargos, coordinaron sus actividades de contrabando de cocaína y heroína para distribuidores mayoristas en todo Estados Unidos «incluida una gran red de distribución en Chicago».

«La red de Chicago recibía, en promedio, de 1.500 a 2.000 kilogramos de cocaína por mes, y distribuía cantidades grandes de cocaína y heroína a clientes en Cincinnati y Columbus (Ohio), Detroit (Michigan), Milwaukee (Wisconsin), Nueva York, Filadelfia (Pensilvania), Washington DC, Vancouver (Canadá) y otras partes», según las acusaciones.