La batalla campal se produjo tras el ultimátum policial para que los trabajadores en huelga desalojaran la factoria.
05 ago 2009 . Actualizado a las 14:13 h.Al menos 50 personas han resultado heridas en los choques violentos entre la Policía surcoreana y los trabajadores del fabricante de automóviles surcoreano Ssangyong en la planta de la compañía, en Pyeongtaek, a 70 kilómetros al sur de Seúl, informó la agencia local Yonhap.
La batalla campal, que se prolongó durante todo el día, se produjo tras el ultimátum policial para que los trabajadores en huelga desalojaran la fábrica que ocupan desde hace más de dos meses para protestar contra su despido.
Esta mañana unos cien policías han entrado en las instalaciones ayudados por un helicóptero y grúas a través del tejado de una de las secciones de la fábrica, donde se atrincheran los trabajadores en huelga, que se enfrentaron a la policía con barras de metal.
Mientras tanto, unos 500 trabajadores permanecen en otro edificio de la sección de pinturas, donde se guarda una gran cantidad de materiales inflamables, motivo por el que la Policía dijo que no puede irrumpir el edificio de forma inmediata.
Durante la operación tres huelguistas han caído desde el techo de la fábrica y fueron ingresados en el hospital, aunque su estado no corre peligro, mientras que otros once huelguistas fueron detenidos.
Protestas
Alrededor de 4.000 agentes policiales participaron desde ayer en una operación para acabar con la ocupación de la única fábrica de Ssangyong. Unos 550 empleados permanecen atrincherados para reclamar contra el plan de reestructuración de la compañía, que contempla el despido del 36 por ciento de la fuerza laboral.
El sindicato ha advertido en un comunicado que «luchará hasta la muerte si la Policía trata de acabar con la ocupación», mientras que los familiares de los empleados pidieron a la Comisión Nacional de Derechos Humanos que suspenda la redada, para evitar el derramamiento de sangre, según Yonhap.
El choque entre la Policía y los huelguistas se ha producido después de que el domingo pasado se paralizaran las negociaciones entre la compañía y el sindicato, que no consiguieron acordar el número de despidos.
Ssangyong propiedad del fabricante chino Shanghai Automotive Industry, que lleva en suspensión de pagos desde febrero, planea reducir en un 36 por ciento su fuerza laboral, 2.646 trabajadores, para poder sobrevivir a los efectos de la crisis económica global y el descenso de la demanda.
Si Ssangyong no logra llevar a cabo su plan de reestructuración antes del 15 de septiembre se enfrenta a la quiebra.
Cerca de 1.670 empleados se han acogido voluntariamente a planes de jubilación anticipada.
En los primeros seis meses del año, las ventas de Ssangyong cayeron el 73,9 por ciento interanual, hasta las 13.020 unidades.