Sarkozy nombra ministro al sobrino de Mitterrand, este lo cuenta y lo obliga a adelantar la remodelación
INTERNACIONAL
El sobrino de François Mitterrand no pudo esperar al palacio del Elíseo y él mismo anunció que será el nuevo ministro de Cultura. Se fue de la lengua en una fiesta de despedida y obligó a Nicolas Sarkozy a adelantar un día el anuncio del Gobierno con el que afrontará la segunda mitad de su mandato.
Frédéric Mitterrand es un fichaje altamente simbólico teniendo en cuenta la admiración que Sarkozy ha demostrado siempre por el único presidente socialista de la quinta República. Él mismo, a sus 61 años, tenía un historial de izquierdas hasta que decidió pedir el voto para Jacques Chirac. Ahora califica su nombramiento como «un honor». A quienes hablan de traición a sus opiniones políticas les recuerda que también «Nicolas Sarkozy fue ministro en tiempos de Mitterrand», concretamente de Presupuesto con Edouard Balladur.
El lunes por la tarde reunió a sus colaboradores en la Villa Medicis. Los invitó a una copa de despedida, diez meses después de hacerse cargo de la representación de la Academia Francesa en Roma, y les confirmó los rumores que ya circulaban: el viernes Sarkozy le ofreció la cartera que hasta ahora ocupaba Christine Albanel, quemada tras el rechazo del consejo Constitucional a su ley represiva sobre el pirateo en Internet.
El presidente cambió ayer ocho ministros. La marcha a Estrasburgo de Rachida Dati deja Justicia en manos de Michél Alliot-Marie, que libera así Interior para Brice Hortefeux, incondicional de Sarkozy. Mantiene en Economía a Christine Lagarde y en Exteriores a Bernard Kouchner. A la incómoda Rama Yade, uno de sus símbolos de integración, la desplaza a Deportes y le roba un amigo al centrista François Bayrou al nombrar a Michel Mercier ministro de Ordenación del Territorio.
Hijo de Robert Mitterrand y Édith Cahier, licenciado en historia y geografía y diplomado del Instituto de Estudios Políticos de París, Frédéric Mitterrand fue profesor de 1968 a 1971, cuando comenzó a dirigir salas de cine de Arte y Ensayo. Se hizo muy popular en los ochenta y noventa como animador de programas de televisión y como director de series documentales sobre grandes personalidades de la política y la historia.