Crítica sin precedentes del líder opositor contra el ayatolá Jamenei

P. Celerier / J. Martin

INTERNACIONAL

Mir Huseín Musavi denuncia que el fraude electoral ha sido planeado con meses ?de antelación

21 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

En un nuevo intento de movilización de la oposición, reprimido con dureza por las fuerzas de seguridad, el reformista Mir Huseín Musavi formuló ayer una crítica sin precedentes a la máxima autoridad de Irán, quien el viernes le había lanzado un ultimátum para que pusieran fin de forma inmediata a las concentraciones o serían los responsables directos de un «baño de sangre». Desde su pagina web, Musavi acusó sin nombrarlo al ayatolá Alí Jamenei de amenazar el carácter republicano del régimen, y de tener como objetivo la imposición de un nuevo sistema político. Ningún político iraní le había hecho nunca tal crítica desde que el clérigo asumió el cargo supremo de la República islámica.

El líder opositor denunció «un proyecto que va más allá de la imposición al pueblo de un Gobierno no deseado, la imposición de una nueva vida política al país». Reservó su acusación más grave al citar el argumento del que se sirvió Jamenei el viernes para validar la reelección de Mahmud Ahmadineyad, que logró oficialmente el 62,63% de los votos, frente al 33,75% de Musavi.

Argumentos

El ayatolá dijo que «los mecanismos de Irán no permiten hacer trampa con un margen de 11 millones», la ventaja de Ahmadineyad respecto a Musavi. A ese argumento, el reformista respondió: «Si tan enorme fraude [...] es presentado como la prueba de que no hubo fraude, entonces el aspecto republicano del sistema se ve masacrado, lo que demostraría que el islam es incompatible con la república».

Desde el anuncio el 13 de junio de la victoria del ultraconservador Ahmadineyad, Musavi no ha parado de contradecir al guía supremo. Así, cuando Jamenei calificó el 13 de junio de «gran fiesta» la reelección, el jefe de la oposición puso en tela de juicio los resultados y pidió que se anulasen las elecciones.

Una exigencia que repitió en una carta remitida ayer al Consejo de Guardianes. Según Musavi, todas la irregularidades habrían sido planeadas con meses de antelación, y existen pruebas suficientes para que se anulasen los resultados y se repitan las elecciones.

Nueva marcha

La policía antidisturbios reprimió con porras, cañones de agua y gases lacrimógenos a los manifestantes que desafiaron la prohibición de protestar y las advertencias del viernes de Jamenei. Varios testigos informaron de que algunos miles de personas trataron de marchar a lo largo de la calle en Enguelab y la plaza de Azadi. Los principales representantes reformistas habían pedido esa misma mañana a sus seguidores que no se reunieran en el centro de Teherán, tomado por cientos de antidisturbios y milicianos islámicos Basij, afines al régimen.

Ni la Asociación de Clérigos Combatientes, a la que pertenece el ex presidente Mohamad Jatamí y que había pedido autorización para la marcha, ni Mir Huseín Musavi respaldaron la concentración. Aun así, varios grupos de personas desafiaron las órdenes y se reunieron en diversos puntos de la zona.

Los testigos explicaron que frente a la Universidad de Teherán agentes antidisturbios emplearon gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a los manifestantes. Según un testigo, al menos un hombre fue herido de bala. «Ha habido muchas personas arrestadas. A muchas se les han quitado los teléfonos móviles que utilizaban para grabar», explicó otro testigo. Los medios extranjeros siguen sin poder cubrir los acontecimientos prohibidos.

Entre los manifestantes se escucharon eslóganes como «Muerte al dictador».