El jefe del IRA Auténtico, hallado culpable del atentado de Omagh

Javier Aja

INTERNACIONAL

09 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Más de diez años después de que 29 personas, dos de ellas españolas, muriesen en el atentado de Omagh (1998), un tribunal de justicia condenó ayer a cuatro de los responsables de aquella acción terrorista, la más sangrienta en la historia del conflicto norirlandés. Entre ellos figura Michael McKevitt, que cumple desde el 2002 veinte años de cárcel por dirigir las actividades del IRA Auténtico (RIRA), la escisión del Ejército Republicano Irlandés (IRA) que se atribuyó el atentado. Los otros tres condenados son Seamus Daly, Liam Campbell y Colm Murphy, mientras que un quinto acusado, Seamus McKenna, fue absuelto por el alto tribunal de Belfast.

El juez instructor, Declan Morgan, ordenó que se indemnice con algo más de 1,8 millones de euros (2,5 millones de dólares) a las familias por daños y perjuicios, una suma que, en su mayor parte, saldrá de las arcas del Estado, el principal responsable civil subsidiario. La multimillonaria demanda civil había sido presentada por el Grupo de Acción de Omagh ante el fracaso de las autoridades irlandesas y norirlandesas para encontrar, casi once años después, a los responsables y para aportar nuevas pruebas.

El portavoz de las familias, Michael Gallagher, aseguró que su victoria «manda un mensaje importante a los terroristas y a las víctimas de todo el mundo, pues ahora tienen un instrumento para enfrentarse a los que asesinaron a sus seres queridos». «Hemos demostrado -dijo- que si el sistema judicial penal no es capaz de impartir justicia, el sistema judicial civil sí puede. Creo que es una tremenda victoria». Su frustración con el sistema penal se acentuó en diciembre del 2007, cuando la Justicia absolvió al norirlandés Sean Gerard Hoey del asesinato de 29 personas en Omagh, entre otras razones por las irregularidades de las investigaciones de las fuerzas del orden.

En las demandas civiles, el juez necesita menos pruebas para dictar sentencia, mientras que en los procesos penales la culpabilidad del acusado debe demostrarse sin que quede duda razonable alguna.