Duch, el jefe de los torturadores del Jemer Rojo, confiesa que sus subordinados asesinaron a bebés

Efe

INTERNACIONAL

09 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Kaing Guek Eav, más conocido como Duch, el jefe torturador bajo el régimen del Jemer Rojo en Camboya, confesó ayer ante un tribunal que sus subordinados asesinaron a decenas de bebés aplastando sus cráneos contra los árboles de los llamados campos de exterminio. Duch asumió la total responsabilidad por esas matanzas durante el juicio por crímenes de guerra y contra la humanidad auspiciado por la ONU y que se celebra en la capital camboyana.

Guek Eav respondió así a una pregunta del fiscal sobre la política respecto a los hijos de los presos del centro de detención de Tuol Sleng o S-21, que dirigió desde finales de 1975 hasta la caída del Jemer Rojo en 1979.

El pasado mes de marzo, el ex responsable de Tuol Sleng pidió perdón a las familias de los cerca de 14.000 camboyanos que perdieron allí la vida bajo los maoístas. Sin embargo, mantiene que nunca perteneció a la cúpula del Jemer Rojo, apenas torturó personalmente a dos prisioneros y jamás ejecutó a ningún preso con sus propias manos.

Duch está acusado de crímenes de guerra y contra la humanidad, de torturas, y de haber ordenado ajusticiar a miles de reclusos. Si es hallado culpable, puede ser condenado a cadena perpetua. El tribunal no le puede imponer la pena capital.