La OEA abre la puerta al reingreso de Cuba 47 años después

EFE

INTERNACIONAL

Los cancilleres del continente americano aprobaron hoy de forma consensuada y por «aclamación» la derogación de la suspensión que pesaba sobre Cuba desde 1962.

04 jun 2009 . Actualizado a las 10:39 h.

La OEA dio hoy un paso histórico al derogar la resolución que suspendió en 1962 a Cuba de su participación y abrir así la puerta a un posible reingreso de La Habana al Sistema Interamericano casi medio siglo después.

Los cancilleres del continente americano, que participaron del 2 al 3 de junio en la XXXIX Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) en San Pedro Sula, en el norte de Honduras, aprobaron hoy de forma consensuada y por «aclamación» la derogación de la suspensión que pesaba sobre Cuba desde 1962.

Tras dos jornadas de intensas negociaciones que invitaban a pensar en un fracaso, incluida una maratoniana reunión el martes que fue continuada el miércoles por la mañana, los 34 países de la OEA dieron su visto bueno a la eliminación de una decisión que, según coincidían todos los países, ya no tenía sentido 47 años después.

El acuerdo fue ratificado por «aclamación» en el plenario de la Asamblea General y la resolución VI, adoptada el 31 de enero de 1962 en la Octava Reunión de Consulta de ministros de Relaciones Exteriores en Punta del Este (Uruguay), que excluyó a Cuba de su participación en el Sistema Interamericano, quedó «sin efecto».

La resolución aprobada hoy deja claro que la «participación de Cuba en la OEA será el resultado de un proceso de diálogo iniciado a solicitud del Gobierno de Cuba y de conformidad con las prácticas, los propósitos y los principios de la OEA».

De esta forma, la decisión de regresar o no a la OEA dependerá de La Habana, que tendrá que ajustarse a los valores democráticos y de derechos humanos por las que se rige el máximo organismo hemisférico, entre otros instrumentos.

No obstante, Cuba ha reiterado su rotundo rechazo a regresar a un organismo al que ha tildado, entre otras cosas, de «basurero».

El documento recoge aspectos importantes en su preámbulo, al destacar que la plena participación de los Estados miembros de la OEA se guía «por los propósitos y principios establecidos» por el organismo interamericano en la Carta de la organización.

También por sus instrumentos fundamentales relacionados con la seguridad, la democracia, la autodeterminación, la no intervención, los derechos humanos y el desarrollo, agrega la resolución.

Este párrafo es crucial, dado que incluye las exigencias de todos los países, especialmente de EEUU por un lado, y de Venezuela, Nicaragua y Honduras, entre otros, por otro.

Todos los países presentes coincidieron en celebrar la resolución adoptada que, en palabras del presidente anfitrión, Manuel Zelaya, supone una «sabia y honrosa rectificación».

El secretario de Estado adjunto para Latinoamérica de EEUU, Thomas Shannon, destacó que la posición favorable de su Gobierno a la derogación de la resolución, unida a las medidas que ha venido adoptando desde marzo con relación a Cuba, suponen «el mayor cambio» de la política estadounidense hacia la isla en cuatro décadas.

Además, destacó que la decisión adoptada hoy elimina «un obstáculo» a la participación de Cuba en la OEA, a la vez que establece un proceso de compromisos y un «camino hacia el futuro, basado en los propósitos, principios, valores y prácticas» de la institución.

El funcionario estadounidense subrayó el rol que ha jugado su país en las negociaciones, al resaltar que presentó una resolución que fue la base para el resultado «histórico» que supone el levantamiento de la suspensión a Cuba.

El papel jugado por EEUU fue resaltado, incluso, por el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Nicolás Maduro, que reconocieron que la decisión adoptada hoy «difícilmente se hubiera logrado» con la administración de George W. Bush.

No por ello Ortega dejó de asegurar que a la derogación se ha llegado «gracias a que Cuba no se ha vendido, gracias a que Cuba no se ha rendido, frente a las múltiples agresiones que en los múltiples órdenes ha sufrido».

El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, celebró igualmente la decisión adoptada hoy de eliminar la suspensión, lo que denominó, un «trozo de chatarra» de la época de la Guerra Fría.

En declaraciones a periodistas, el titular del máximo organismo hemisférico señaló que la resolución aprobada hoy «fortalece a la OEA», a la vez que se mostró dispuesto a dialogar con Cuba sobre su futuro en el Sistema Interamericano.

El diplomático chileno aseguró que con esta resolución «todos ganan».