Piratas somalíes secuestran un barco con veinte norteamericanos a bordo

Tatiana López

INTERNACIONAL

09 abr 2009 . Actualizado a las 02:21 h.

Con el suspense de todas las películas de acción. Así se vivió ayer en EE.UU. el secuestro de un barco propiedad de la mayor compañía naviera de contenedores del mundo, la danesa Maersk, operado por la estadounidense Maersk Line Limited. Lleva veinte tripulantes norteamericanos a bordo que, al cierre de esta edición, luchaban con los secuestradores somalíes para hacerse con el control de la embarcación tras doce horas de batalla.

«Estamos ofreciéndoles comida a cambio de nuestra liberación», aseguró a la CNN uno de los marineros, que explicó también que tras una pequeña pelea con los asaltantes, los miembros de la tripulación habían conseguido hacer prisionero a uno de los piratas. «Nosotros nos hicimos con uno de ellos y ellos capturaron a nuestro capitán».

Según esta misma fuente, la retención de este asaltante se habría prologando durante varias horas, hasta que los estadounidense decidieron ofrecer a los piratas un intercambio de prisioneros. «Lo malo es que después de liberar nosotros al nuestro, ellos no han dado respuesta», aseguró el marinero, que pidió a su país ayuda militar para resolver el conflicto.

El secuestro del buque Maersk Alabama comenzó a las 7.30, hora local, cuando uno de los tripulantes del barco informó por radio de que la nave estaba siendo abordada por cuatro hombres uniformados. A partir de ese momento, tanto el Departamento de Estado como la armadora danesa propietaria del buque tomaron cartas en el asunto.

«Nuestra prioridad es la seguridad personal de los miembros de la tripulación a bordo», declaraba el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, quien aseguró además que tanto el presidente Obama como el resto del gabinete estaban siguiendo de cerca la situación.

El barco, que en el momento del ataque se encontraba a unos 440 kilómetros al sureste de Eyl (Somalia), cerca de donde se encuentra la V Flota, tiene como misión transportar 17.000 toneladas de ayuda humanitaria a este país y a Uganda como parte de un cargamento enviado por la ONU.

Da la casualidad de que esta organización, así como la OTAN, tratan desde hace meses de poner fin al problema de la piratería somalí, una plaga que se trata de combatir con el lanzamiento de la llamada flota de vigilancia Atalanta y que cuenta con el apoyo de países como Francia y España.