Chávez arremete contra el TPI e invita a visitar Caracas al presidente de Sudán

Agencias

INTERNACIONAL

01 abr 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El presidente venezolano, Hugo Chávez, anunció ayer que ha invitado al líder sudanés, Omar al Bachir, a visitar Venezuela para demostrarle su apoyo frente a la decisión del Tribunal Penal Internacional (TPI) de emitir una orden de detención contra él por crímenes de guerra y lesa humanidad en Darfur. «Yo hablé con Al Bachir y le pregunté qué riesgos corre cuando viene por estos mundos. Lo invité a Caracas, pero le dije: ojalá no tengas ningún problema por allá», señaló Chávez en su intervención en la segunda Cumbre ASPA (América del Sur-Países Árabes), que concluyó en Doha.

En la visita, Chávez calificó como «un adefesio jurídico y un atropello político no solo para Sudán, sino para todos los pueblos del Tercer Mundo», la decisión del TPI de pedir la captura de Bachir. A pesar de que su país es uno de los firmantes del Estatuto de Roma, que llevó a la creación del tribunal, el presidente venezolano atribuyó la medida al «cinismo» de los países desarrollados, y se preguntó: «¿Por qué no ordenarán la captura de Bush?, ¿por qué no ordenarán la captura del presidente de Israel?». Él mismo se respondió: «Vayan a buscarlo, es un genocida», dijo refiriéndose al anterior presidente norteamericano.

En la misma visita, Chávez acusó a la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, de poner en peligro la unidad sudamericana por haber invitado a la cumbre progresista de Viña del Mar a EE.?UU. y Gran Bretaña.

«Hay unos progresistas por ahí que no entiendo [...] No le hacen nada bien a la unidad de Sudamérica cuando la presidenta de Chile convoca a una reunión con el vicepresidente de Estados Unidos y el primer ministro británico». «¡Dos representantes de los imperios!», agregó el mandatario venezolano, refiriéndose a Brown y Biden. «Creo que eso pone en peligro la unidad sudamericana», insistió.

Chávez empezó en Doha una gira que lo llevará luego a Teherán, Japón y China. Dijo que Venezuela «apoya la propuesta de Rusia y de China de crear una nueva moneda» de referencia que sustituya al dólar. «Nosotros tenemos la idea de una moneda internacional, el petro, la petromoneda, que se fundamente en las grandes reservas de petróleo que tenemos algunos países del mundo», sugirió tras acusar a Estados Unidos de haber roto el patrón oro y haber comprado «medio mundo con puros papeles».

Opositor bajo resguardo

Mientras Chávez se hallaba en Doha trascendió que el líder opositor venezolano Manuel Rosales, para el que la Fiscalía ha pedido una orden de detención, se encontraba «bajo resguardo», según su partido, que tuvo que desmentir, por boca de su presidente, Omar Barboza, que el actual alcalde de Maracaibo, capital del estado de Zulia, no se había escapado para eludir sus responsabilidades con la Justicia. «No está fuera del país», dijo.

También el gobernador de Zulia, Pablo Pérez, desbarató el rumor lanzado por diputados gubernamentales. Rosales, dijo, «está trabajando» y «reuniéndose con sus abogados defensores», a la espera de que la jueza señale la audiencia preliminar para que pueda ejercer su defensa. Pérez añadió que el Gobierno venezolano, al que acusó de presionar a la Justicia en contra de Rosales, «sabe que está haciendo un acto de abuso, de atropello» contra el dirigente de la oposición, al que consideró un «perseguido político».

Los diputados Carlos Escarrá y Mario Isea, del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela, que lidera Chávez, habían informado de la supuesta huida de Rosales a Panamá. La Fiscalía acusa al dirigente de la oposición de enriquecimiento ilícito, y solicitó el pasado 19 de marzo que sea detenido, petición sobre la que la jueza deberá decidir en los próximos días.