Líderes progresistas proponen en la cumbre de Chile aprovechar la crisis para enterrar el neoliberalismo

Robert Mur

INTERNACIONAL

28 mar 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La crisis económica centra hoy la cumbre de líderes progresistas que se celebra en la ciudad chilena de Viña del Mar, reunión convocada antes de que se pudiera vislumbrar la actual situación financiera mundial y que tiene lugar a escasos días de la reunión del G-20 en Londres.

Ayer, políticos e intelectuales progresistas que participaron en un seminario propusieron aprovechar la crisis para enterrar definitivamente el modelo neoliberal.

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció esta semana, por sorpresa, que viajaría a Chile en un vuelo relámpago para pasar apenas diez horas en el país. El tiempo justo para participar en una cumbre en la que la mayoría de sus asistentes también estarán en Londres, incluido el primer ministro británico, Gordon Brown. Aunque no estuvo en la cena de anoche, Zapatero llegará a tiempo de fotografiarse hoy al lado del vicepresidente de EE.?UU., Joe Biden, quien viaja por primera vez a Latinoamérica.

Otros miembros del G-20 que están en Chile son el brasileño Lula da Silva y la argentina Cristina Fernández. Además, acudirán el uruguayo Tabaré Vázquez y el primer ministro de Noruega, Jens Stoltenberg, convocados por la mandataria chilena, Michelle Bachelet.

Sin embargo, las críticas a este encuentro han llegado por izquierda y derecha. Por la izquierda, se cuestiona que no estén presentes mandatarios que practican políticas progresistas radicales, como el boliviano Evo Morales y el venezolano Hugo Chávez. Por la derecha, dentro de Chile, el candidato que lidera las encuestas para las presidenciales de este año, el empresario Sebastián Piñera, cuestiona que no haya sido invitado porque él se considera progresista.

No obstante, Ricardo Núñez, senador chileno y presidente del Instituto Igualdad, organizador del seminario de ayer, aseguró a La Voz que «no pretendemos administrar el concepto de progresismo». Núñez reconoce incluso una fragmentación en las posturas de la izquierda que no favorece la solución de la crisis.

«El mundo progresista no está teniendo visiones compartidas de cómo reestructuramos el nuevo momento que empieza a vivir la humanidad», dice Núñez.