Un grupo de abogados quiere procesar a Bush por crímenes contra la humanidad

Efe

INTERNACIONAL

El ex presidente acude al país norteamericano a dar una charla por 100.000 dólares.

16 mar 2009 . Actualizado a las 22:47 h.

George W. Bush tiene previsto pronunciar en Canadá su primera conferencia como ex presidente de Estados Unidos, pero la visita podría complicarse porque un grupo de abogados quiere enjuiciarlo por crímenes contra la humanidad. La conferencia será en la ciudad de Calgary, a invitación de la Cámara de Comercio y una firma de abogados con intereses en el sector petrolífero. Según medios de comunicación canadienses, Bush cobrará 100.000 dólares.

Abogados contra la Guerra, el grupo de letrados, remitió cartas en febrero pasado al primer ministro canadiense, Stephen Harper, y los ministros de Justicia, Inmigración y Seguridad Pública, solicitando que se impida la entrada de Bush al país en cumplimiento de la ley. «De acuerdo a nuestra Ley de Inmigración, cuando se sospecha que una persona ha cometido esos crímenes y hay indicios razonables de que podría haber estado implicado, no es admisible en el país», explicó la abogada Gail Davidson, uno de los fundadores.

Y si se permite la entrada de Bush, los abogados han solicitado su enjuiciamiento en base a la Convención contra la Tortura de la ONU y tomando como ejemplo del caso que en su día abrió el juez español Baltasar Garzón contra el ex dictador chileno Augusto Pinochet, agregó. Davidson considera que las pruebas contra Bush son numerosas. «Las pruebas de su implicación en crímenes contra la humanidad, y especialmente en tortura, son tan abrumadoras que mucha gente, como el presidente de la Asamblea General de la ONU, Miguel D'Escoto, han concluido que la administración Bush y George Bush son culpables de establecer un sistema de tortura y tienen que ser llevados ante la ley y castigados», agregó.

Ni el Gobierno canadiense ni la Policía Montada -encargada de investigar la presencia en el país de supuestos criminales de guerra- han contestado las cartas del grupo. Y Davidson es consciente de que no hay prácticamente ninguna posibilidad de que Ottawa actúe contra el ex mandatario estadounidense. «No hemos recibido nada. Es obvio que los políticos, Harper y sus ministros, han tomado la decisión de ignorar la ley canadiense y permitir la entrada de Bush», dijo.

Pero afirmó que el silencio de las autoridades no significa una derrota: «Estamos convencidos de que tendremos éxito en algún momento. Y me refiero a que eventualmente el Gobierno canadiense prohibirá la entrada en el país de gente como Bush que han cometido horrorosos crímenes».

Además, «finalmente Bush y otros miembros de su administración serán enjuiciados en algún país, no necesariamente Canadá, por los crímenes de guerra y contra la humanidad que cometieron durante las invasiones y ocupaciones de Irak y Afganistán», añadió.

Mientras el Gobierno canadiense guarda silencio, en otros ámbitos se presta atención al asunto. Ramsey Clark, que fue fiscal general de Estados Unidos durante la presidencia de Lyndon B.Johnson (1963-1969) ha aplaudido a los abogados canadienses en una carta publicada el pasado 12 de marzo en la que advierte que hay una «vigorosa coalición» de organizaciones que busca el enjuiciamiento de Bush.

Davidson, que dice que su «héroe personal» es el juez Garzón, confirmó que están en contacto con otras organizaciones en Europa y Estados Unidos para estudiar cómo continuar las acciones contra Bush en otras jurisdicciones y que es sólo cuestión de tiempo.

«El objetivo es en cinco años. Definitivamente habrá enjuiciamiento contra integrantes de la administración Bush porque estoy segura que esta pequeña cosa que Abogados contra la Guerra está haciendo en Canadá será repetida en otras partes», indicó. Davidson también confía en que «para el año próximo» Bush tenga que pensar si viaja fuera de Estados Unidos por temor a que se le pueda enjuiciar en el extranjero.