Detenidos dos manifestantes tras el regreso de las barricadas y los cócteles molotov a Irlanda del norte

Imanol Allende

INTERNACIONAL

16 mar 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Han regresado los pasamontañas y los cócteles molotov a las calles de Irlanda del Norte, una imagen que se había quedado arrinconada en la memoria de los habitantes de la provincia británica. La violencia callejera que fue una constante durante los treinta años de enfrentamientos sectarios regresaba con virulencia en la noche del sábado cuando grupos de jóvenes republicanos protestaron por la detención de un destacado miembro disidente del IRA, Colin Duffy, en su casa del barrio de Wilwilkie, en Lurgan.

Lo anecdótico del suceso, si es anecdótica la incongruencia, es que los alrededor de medio centenar de manifestantes enmascarados que atacaron a la policía con cócteles molotov y piedras, que levantaron barricadas, incendiaron contenedores de basura y bloquearon las vías del tren entre Lurgan y Portadown, en su mayoría eran niños cuando el Sinn Féin firmó el Proceso de Paz de Viernes Santo (1998). La policía detuvo a dos de los manifestantes que fueron liberados a las pocas horas.

Duffy era uno de los tres individuos que fueron detenidos el sábado en relación con el asesinato de los dos soldados. Ex miembro del IRA Provisional, asesinó a un soldado y supuestamente a dos policías durante la década de los noventa. Su abogada, Rosemary Nelson, fue asesinada por lealistas en Lurgan en 1999, lo que condujo a Duffy a romper con la línea moderada del Sinn Féin y unirse a los disidentes opuestos al proceso de paz, en concreto uno llamado Eirígí, formación que siempre se ha mostrado en contra de la violencia. Otro detenido es Declan McGlinchey, hijo del miembro del INLA, Dominic Perro loco McGlinchey.

El número de disidentes republicanos en la actualidad alcanza unos 300, por lo que sorprende que los servicios de inteligencia se relajaran en los últimos años, cuando se sabe que en los últimos meses este grupo ha intentado asesinar a un agente de policía en 25 ocasiones. Ahora, con tres muertos, el máximo cargo de la policía norirlandesa, sir Hugh Orde, no oculta la gravedad de la situación actual y así califica a los grupos opuestos al proceso de paz como «muy peligrosos, como animales heridos de muerte».