En el segundo día de la ira convocado en protesta por la ofensiva israelí en Gaza, se registraron protestas y enfrentamientos en Jerusalén este y Cisjordania, pero también en varios países.
Cerca de 7.000 personas se manifestaron a favor de Hamás en Hebrón, en el área de la ciudad que controla Israel. Este acto supone la mayor muestra de apoyo al grupo islamista en los últimos tres años en Cisjordania. En Ramala, las banderas verdes del grupo fueron reprimidas durante la protesta convocada tras el rezo del viernes. La policía de la Autoridad Palestina, controlada por Al Fatah, empleó gases lacrimógenos contra los simpatizantes de la fracción rival.
También hizo uso de gases el Ejército israelí en otras localidades, como Bilin, conocida por el fuerte movimiento de resistencia contra la ocupación. Los manifestantes acudieron ataviados con trajes de rayas similares a los de los campos de concentración. Lanzaron piedras y fueron dispersados, al igual que ocurrió en otros lugares, como en el puesto de control de Qalandia. Este, como los demás que dan acceso a Jerusalén a través del Muro, está temporalmente cerrado a la mayoría de los palestinos.
«Hervimos por dentro»
A pesar de los incidentes de ayer, en Cisjordania reina una calma tensa. «Hervimos todos por dentro, no nos separamos de la televisión», explica un vecino de Ramala. Pero las protestas no son tan masivas como podría esperarse. Son muchos los que consideran que las fuerzas del orden de Al Fatah actúan con demasiada contundencia contra los manifestantes, para evitar muestras de simpatía hacia Hamás, e incluso se acusa a la Autoridad Palestina de hacerle el juego a Israel. Pero también se respira un sentimiento de resignación y de cansancio.
Las protestas contra la ofensiva se extendieron a otros países como España, la República Dominicana, Jordania -donde un español resultó herido-, Kuwait, Irak, y Egipto. El jueves, seis personas sufrieron heridas y 31 fueron arrestadas cuando unos mil propalestinos atacaron una marcha en favor de Israel en Oslo. Algunos medios señalaron que fueron los peores choques en la capital noruega en más de 20 años.