Gerardo Hernández, René González, Antonio Guerrero, Fernando González y Ramón Labañino llevan encarcelados en EE.?UU. casi 10 años. Tres se enfrentan a cadena perpetua, otro a 15 años de prisión y un quinto a 19 años.
Cuba acepta que los cinco eran sus agentes, pero su misión era prevenir los actos terroristas que contra la isla realizan grupos mafiosos cubanoamericanos residentes en Miami. Precisamente por eso La Habana los declaró héroes nacionales.
En 1997, el año anterior a sus detenciones, hubo una serie de atentados con bomba en hoteles y restaurantes de la capital cubana. Fueron detenidos dos salvadoreños y tres guatemaltecos, vinculados al contrarrevolucionario Luis Posada Carriles, también implicado en un intento de magnicidio contra Fidel Castro en la República Dominicana en 1998. Pero Luis Posadas Carriles fue excarcelado en Estados Unidos y se pasea libremente por Florida. Y eso que también fue el cerebro del atentado contra un aparato de Cubana de Aviación en 1976, en el que murieron 73 personas.
Sin embargo, para Washington, Gerardo, René, Antonio, Fernando y Ramón son espías en toda regla, es decir, agentes cubanos que conspiraban para atentar contra Estados Unidos. Varios generales y el ex fiscal general norteamericano Ramsey Clark descartan que estuvieran espiando contra EE.?UU. El Grupo de relatores de las detenciones arbitrarias, de la ONU, considera ilegales sus detenciones y en el mismo sentido se pronunció Amnistía Internacional.
De todos modos, y aunque Cuba sorprenda con la oferta de canje, esta no es tan descabellada, pues hace cuatro años un intercambio de un espía israelí por seis estudiantes egipto suavizó las relaciones entre ambos países.