Los estados ricos castigan a Chávez

?B. Lecumberri / ?M.?L. Guereño

INTERNACIONAL

El mandatario felicita a los contrincantes que ganaron, que le dicen que están dispuestos a trabajar juntos

25 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Los candidatos del presidente Hugo Chávez ganaron 17 de los 22 estados en las elecciones del domingo, en las que hubo una participación récord de electores, pero sufrieron derrotas simbólicas en las regiones más pobladas y ricas, en la capital y en el popular municipio caraqueño de Sucre, donde los venezolanos dieron un voto de castigo al mandatario.

Tras conocerse los resultados, Chávez afirmó que «la victoria es hoy de Venezuela. Se ratifica el camino democrático que el pueblo ha escogido». Felicitó a los triunfadores de la oposición, reconoció su victoria y les hizo un llamamiento al compromiso democrático.

Sus adversarios no podían ocultar su gozo. En cuatro años arrebataron al oficialismo la mejor parte del pastel, al retener la gobernación del estado petrolero de Zulia y la de Nueva Esparta, y ganar la del populoso y rico de Miranda, que incluye parte de Caracas, la de Táchira y la de Carabobo, considerado el corazón de la industria venezolana.

Trabajar juntos

Además, uno de los acérrimos enemigos del mandatario, Antonio Ledezma, se impuso en la alcaldía mayor de Caracas, y los opositores se hicieron con 4 de las 5 municipalidades capitalinas.

Los elegidos reconocieron sus diferencias con el mandatario, pero dijeron que están dispuestos a «trabajar juntos». El alcalde electo de Caracas envió un mensaje a Chávez: «Lo invito, presidente de la República, a trabajar juntos para rescatar Caracas».

Disidencia interna

El consuelo para el Gobierno es que el empuje de la disidencia interna se desinfló en los comicios, en los que la participación del 65,45 % rompió la tendencia abstencionista de comicios anteriores.

Varios medios señalaron que el chavismo facilitó a los electores transporte para llevarlos a las mesas de votación. También los llamados patrulleros electorales iban visitando viviendas para frenar la abstención.

Los opositores no necesitaban ese empuje. Aprendieron la lección de años atrás, cuando por boicotear una elección se quedaron sin representantes.

Al menos, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) se impuso ante los disidentes chavistas en Trujillo, Aragua, Guárico y Sucre.

También Adán, el hermano mayor del mandatario, logró imponerse con un margen muy reducido al aspirante ex chavista y suceder así a su padre, el jefe del clan Chávez, que durante 8 años ocupó el cargo y sobre quien pesan acusaciones de nepotismo y corrupción.

No les fue tan bien a históricos bolivarianos. Los ex ministros Aristóbulo Isturiz, que aspiraba a mandar en Caracas, y Jesse Chacón, candidato a la alcaldía de Petare, uno de los barrios capitalinos más pobres y conflictivos, así como Diosdado Cabello, ahora ex gobernador de Miranda, recibieron tremendos batacazos. Para el chavismo, perder Petare es como haber perdido el favor de los sectores más pobres.

Liderazgo fuerte

Nelson Merentes, director del Grupo de Investigación Social XXI, destacó que Chávez hizo historia al ganar 11 de los 12 sufragios de los últimos 10 años y que «todavía mantiene un altísimo nivel de aceptación y un liderazgo bastante fuerte».

A su juicio, «queda muy fortalecida la institucionalidad» porque el poder electoral «hizo su trabajo y dio resultados apegados a la decisión del pueblo». Salvo incidentes menores, los observadores alabaron la limpieza del proceso de votación.

Otros expertos sostienen que estas elecciones, aunque hayan sido regionales y municipales, demuestran que el líder bolivariano «ya no es el único gallo del patio; al presidente se le hace más difícil ahorita reconducir su política, tendrá que recurrir más al diálogo», sentenció el politólogo José Vicente Carrasquero. El sociólogo Tulio Hernández estimó que «abre una brecha a que las grandes ciudades del país y los estados más urbanos van a ser gobernados por la oposición».