Agobiado por los apuros económicos, Karthik Rajaram tenía dos alternativas, tal y como dejó escrito: suicidarse él solo o hacerlo junto a su familia. Optó por lo segundo por considerar que era la salida más «honorable». En algún momento entre las seis de la tarde del pasado sábado y las primeras horas del lunes, agarró un revólver y mató a su mujer, a sus tres hijos y a su suegra antes de quitarse la vida.
La tranquilidad de la acomodada urbanización en la que vivían, en la localidad de Porter Ranch (Los Ángeles) se vio alterada por la noticia. Algunos han querido ver la sombra de la severa crisis financiera que recorre Estados Unidos y el mundo como la razón última de este trágico episodio.
Tenga o no que ver directamente con la debacle de Wall Street a la que estamos asistiendo en directo, lo que está claro es que los motivos económicos fueron los que llevaron a Karthik, de origen indio, a quitarse del medio junto a su familia.
El hombre llevaba meses buscando trabajo, después de perder su empleo en una firma contable y haber trabajado en PriceWaterhouseCoopers y Sony Pictures. Su nivel de vida era medio alto y, hasta este momento, este licenciado, que tenía un máster en administración de empresas, no había tenido apuros económicos. Karthik, de 45 años, dejó un testamento y dos cartas escritas (una dirigida a la policía y la otra destinada a su familia y amigos) detallando las dificultades financieras por las que atravesaba.
Devastación
«Creemos que este individuo se había desanimado recientemente a causa de sus problemas económicos y la situación financiera de su casa. Este desenlace de asesinato y suicidio es el resultado directo», afirmó el jefe adjunto de la policía de Los Ángeles, Michael Moore. «La escena del crimen es muy dramática, de total devastación», añadió a la prensa.
La policía descubrió los cadáveres cuando se dirigió a la casa después de ser alertada de que la mujer no había aparecido a una cita de trabajo el lunes. Allí encontraron a la suegra, de 69 años, en su cama. En el piso de arriba encontraron a un hijo de 19 años en la habitación principal y a su mujer de 39 años. En la habitación contigua se hallaba otra hija, de 12 años, que estaba tirada en el suelo de su dormitorio junto a su hermano de 7 años. El cuerpo del padre se encontraba en el mismo cuarto, todavía con la pistola en el puño. Las víctimas fueron disparadas en varias ocasiones.
Moore señaló que «esta era una perfecta familia americana que ha sido absolutamente destruida, aparentemente porque el hombre quedó atrapado en una madriguera, si me lo permiten, de absoluta desesperación, de alguna manera convenciéndose de que esto era una salida aceptable».
Según se pudo comprobar posteriormente, el hombre no tenía problemas psiquiátricos, otra hipótesis que fue apuntada al principio como causa de la tragedia. California es uno de los estados más golpeados por la crisis hipotecaria que atraviesa Estados Unidos y que se encuentra en el origen de las turbulencias bursátiles que sacuden al país americano estas semanas.